Capítulo 4.

929 53 6
                                    

POV CALLE.

Subí a mi departamento después de haberme despedido de Poché, realmente quería dormir pero al ver mi maleta a media sala recordé que aun debía desempacar, me senté un rato en el living aun que me gusta caminar no quita que termine cansada, en un futuro tendré que comprarme un auto, debí haberme venido en mi auto en lugar de dejarlo en Miami. Saqué mi celular y le marque de nuevo a Sebas y Vale. Ellos sabían como hacerme reír siempre.

-¿Qué hacen en mi casa?-pregunte al ver mi cocina de fondo.

-Oye, que tu te hayas ido no significa que dejaremos de comer aquí.-dijo Sebas de manera obvia.

-Además ellos hacen la casa menos sola.-dijo mi mamá mientras colocaba la comida en los platos de mis amigos.

-Mamá no puedo creer que aun les vayas a dar de comer, sean responsables por Dios.-reí.

-Discúlpame por no cocinar tan rico como tu mami.-halagó Valeria.

-Lame botas.-rodee los ojos.

...

Había decidido pedir algo de comer, aun que había comprado comida ayer realmente no me sentía con ganas de cocinar, eran más de las 6 de la tarde y terminaba de desempacar. Busqué mi bocina portátil y conecte mi teléfono, quería escuchar música que me relajara. Salí al pequeño balcón que tenía el lugar, hacía un poco de aire y el cielo se miraba hermoso, realmente me encanta esta ciudad, disfrutaba de ver los colores del atardecer pero fui interrumpida por alguien tocando la puerta, busqué mi cartera y salí a buscar la comida, abriendo la puerta el repartidor me sonríe y me entrega la comida, le doy el dinero y le digo que se quede con el cambio, me agradece aún más sonriente y se despide. Saque dos sillas al balcón, una para sentarme y otra para usarla como mesa, me dispuse a comer mientras veía como oscurecía el cielo. Veía la ente pasar por las calles igual, todo luce tan diferente a Miami, todo se siente tan diferente, ya había anochecido y yo seguía observando la ciudad, estaba claro que tenía mucho que recorrer en estos días. De cierta manera me sentía extraña aquí, el de tener a mi familia y a mis amigos conmigo todo el tiempo me hizo sentir un poco de tristeza. Escuché mi teléfono sonar y lo busque entre los bolsillos de mi pans, vi un número desconocido me mando mensaje y lo abrí.

+1 974 390-100: Hola ¿Cómo va tu tarde? ¿Mañana quieres que nos vayamos juntas al estudio?

Yo: ¿Poché? ¿Cómo conseguiste mi número?

+1 974 390-100: Oh perdón, se me olvido decir que soy Poché. Le pedí tu numero a Johann, espero que no te haya molestado, puedo borrarlo y esperaré a que me lo des mejor.

Yo: No, tranquila por mi no hay problema. ¿Mañana nos vamos juntas entonces?

Poché: Si gustas, no quiero incomodarte igual.

Yo: Por mi esta bien ¿Me ves en mi edifico o...

Poché: Si, te veo en tu edificio media hora antes del ensayo ¿Esta bien?

Yo: Perfecto, te veo entonces.

Poché: Ya se esta haciendo más tarde descansa Calle.

Yo: ¿De que hablas? Es temprano.

Poché: Ya van a dar las 10 Calle.

Yo: Supongo que tengo Jet lag aún.

Esperé unos minutos pero no me contestó, supuse que ya se había dormido y se supone que debería estar haciendo lo mismo. Me dirigí a la cocina y me preparé algo de té, realmente solo tenía vasos, cubiertos y platos desechables por que me quiero dar el tiempo de comprar platos buenos. Bebí el té en lo que recogía las cosas del balcón y me fui a dormir, no era algo tarde y necesitaba descansar para mañana.

PERFECTLY PERFECTWhere stories live. Discover now