Capítulo 5

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-¿Entonces lo considero como una cita?-pregunté apenas pusieron los platos de sushi en la mesa.

-Si lo quieres considerar así... puedes hacerlo.-sonrió Calle.

-Si que avanzas rápido, llevas menos de una semana aquí y ya tienes citas.

-No me gusta quedarme sola en casa siempre.-admitió.

-¿y tu novio?

-Me encantaría saber donde esta... o quien es.-dijo pensativa.

-Oh el chico que te recogió hoy en el estudio ¿No es tu novio?

-Claro que no, lo conocí el primer día que llegue aquí, es un buen chico.

Esa aclaración me dio un poco de alegría en cierta forma pero no entendía el por que. Le sonreí como si le agradeciera algo, su expresión es de confusión pero continuo la conversación.

-Es cómodo hablar contigo.-admití.

-Gracias, es grato saberlo, pienso lo mismo. Hablar contigo es cómodo.

-No puedo esperar al sábado, créeme que te sorprenderá esta ciudad.

-Esta ciudad siempre me sorprende, cada día me sorprende más.

Sábado, 12 PM.

Esperaba a Calle a fuera de su departamento, había rentado un auto para no tomar taxis a cada rato. Cuando ella bajo y salió del edificio estaba buscándome con la mirada, no le había dicho que venía en auto así que toqué el claxon y baje la ventanilla. Logré captar su atención y miró en dirección del auto, le di la indicación de que subiera y ella sonrió antes de dirigirse a mi. Abrió la puerta del auto y subió a el, apenas entró me saludo de beso, pude sentir su perfume característico.

-No sabía que tenías auto.-dijo cuando puse el auto en marcha.

-Es rentado, caminaremos mucho si, pero estamos a muchos kilómetros de muchos lugares y si caminamos tardaríamos semanas.-reí

Ella observaba todos los edificios, cada calle le impresionaba. Me parecía tierno ver sus expresiones.

-¿Qué? ¿No hay edificios en Miami?-bromeé.

-Claro que si hay, boba ¿Nunca has ido Miami?

-Una vez en mi vida nada más, se que igual hay grandes edificios.

-Me encanta mi hogar, pero aquí se siente diferente.

-En toda ciudad la vibra es diferente.-dije estacionando el auto.

Bajamos del auto y salimos del estacionamiento, ella se puso sus gafas de sol y me miró.

-¿Cómo me veo?-preguntó.

-Asombrosa, ahora vamos que nos espera un gran dia.-sonreí.

La guié por un par de calles y llegamos a Beverly Hills. Ella tomaba fotos cada vez que le gustaba un edificio o lagar, observaba cada lugar.

-¿Me tomas una foto?-dijo parándose frente a un letrero que decía en grande "Beverly Hills"

Saque mi teléfono para tomar la foto.

-Sonrié.-dije antes de tomarla.

...

Entramos corriendo y riendo a un restaurante de las calles de Hollywood. Habíamos ido al paseo de la fama y había una niña pequeña que no dejaba a Calle tomarse una foto, así que ella la regañó y la madre de la niña comenzó a gritarnos, nos causo mucha risa por como nos comenzó a perseguir, la habíamos perdido una calle atrás con suerte.

PERFECTLY PERFECTWhere stories live. Discover now