Capitulo ocho

97 19 86
                                    

Mis palabras dejaron a Tatiana parada en la entrada por unos segundos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Mis palabras dejaron a Tatiana parada en la entrada por unos segundos. Ella dio un suspiro profundo y fue a sentarse en el sofá torciendo los ojos. Yo estaba sentada ya, con una copa de vino en mi mano, bueno una de las tantas que me he dado hoy por que después de la sorpresita que me dejo Tatiana esta mañana en el computador, el coraje que emana de mi sangre gracias a el temperamento que mi madre me pasó en el ADN, no es de este mundo, lo juro. Me quede viendola con las luces un poco tenue encima. Mi rostro solo mostraba el aborrecimiento que tengo y lo ebria que estoy por todo el alcohol que he consumido.

-A ver, y qué rayos es esto. ¿Un interrogatorio policiaco o una escena del padrino?- Dijo mientras se amarra el pelo en una cola.- A ver, ¿Que quieres? y avanza que tengo sueño.

-¿De verdad te atreves a preguntarme eso?- La miro directo a los ojos. -Tu sabes lo que hiciste.-

-¿Aja? ¿Y que paso?- dijo calmada.

-¿Como que, que paso? eso daña lo que he construido con bastante esfuerzo.-

-¡Ja!, tu le llamas esfuerzo ¿a qué exactamente? ¿A burlarte de personas en diferentes post? o a difamarme por la Internet.- La indiferencia salió de su tono- Si tanto te molesta borralo, es tu pagina ¿no?-

-El problema es que ya muchas personas lo vieron. Esto ha hecho un caos demasiado grande en mi página. Este es mi trabajo Tatiana, osea entiendo que estabas molesta conmigo, pero ¿meterte con mi trabajo? ¿enserio? ¿así de bajo tenias que ir para hacerme sentir mal?-

-¿Perdón? ¿Bajo?- Bota aire por su nariz fuertemente. -¿Tu te detuviste a pensar o a leer todas las cosas que escribiste de mi? Usaste cada una de mis vulnerabilidades para lucrarte en tu página. Perdone amiguita por darte de tu propia medicina.- Se levanta del sofá. - Si ya terminaste con tu llanto de esta noche, ya me voy. -Me dio la espalda y comienza a caminar.

-¿Tu alguna vez valoraste nuestra amistad tanto como yo?-

Ella se paró en seco cuando escuchó mis palabras, puedo ver su cuerpo tensarse. Apretó sus puños tanto que sus brazos se quedaron tiesos. Ella se viró bruscamente hacia mí dando pasos avanzados y fuertes como en marcha de guerra. Quedó justo frente de mi. Sus orejas están rojas y sus ojos estaban mirándome directo. Apretó su mandíbula fuerte y me apunta con el dedo.

-No te atrevas nunca a decir esas palabras. No tienes derecho a decir cosas como esas luego de cómo tu comportaste. ¿Con qué cara vienes a decir eso? cuando yo solo te defendí y trate de evitar que te aplastaran más el corazón. Hay que ser bien imbécil de verdad, por que tu respuesta y agradecimiento fue casi cortarme la cabeza por defender a un tipo que no te valora.- escupió las palabras sin ningún tipo de remordimiento. -No vengas ahora con tu cara de mosca muerta y de ofendida por que te dije dos o tres verdades que tenías que escuchar. Por que eso, es lo que hacen las amigas. Cuidar una de la otra, reír una con la otra. Celebrar en las buenas y abrazar en las malas. Pero tú sueltas las palabras sin pensar en nada. Dejas que el coraje te domine sin pensar como eso afecta a otros. Y yo no te voy aguantar todo eso. Por que yo a ti te amo como si fueras mi sangre, pero no te voy a permitir que trates de hacerme sentir culpable por lo que tu hiciste mal.- Sus ojos se aguaron pero ella se contuvo.

Escritoras Descaradas (en Pausa) Where stories live. Discover now