2. Mermar el dolor

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Es viernes 10 de diciembre y por fin vuelvo a casa, extraño mucho a mis amigas y a mis padres.
El 11 de diciembre es el cumpleaños de mi mejor amiga, ella no sabe que voy, será una sorpresa.
Camino por el pasillo que desemboca en la puerta del avión, me irrumpe un sentimiento raro, no es tristeza, tampoco felicidad. Sabía que volvería a el lugar en donde fui tan feliz pero, yo había cambiado, el tiempo me cambio, tenía miedo,miedo a volver y que nada fuera igual que antes.
Una vez ubicada en mi asiento me puse los auriculares y le di play a mi playlist favorita, mientras despegaba y veía las luces de la ciudad con un atardecer rosa anaranjado de fondo sonaba passionfruit de drake, una de mis canciones favoritas.
Un sacudón me asusto, era turbulencia, estábamos aterrizando, al parecer dormí todo el vuelo.
Tres horas sobre el aire, despegamos a las 19 y eran las 21:55.
Luego de buscar mis valijas divisé entre la gente a mis padres ansiosos por verme, acerándome a ellos, mamá abrió sus brazos para recibirme con uno de sus cálidos abrazos. Mi papá nos rodeó a ambas con sus brazos también. Un nudo se formó en mi garganta,me sentía segura y mermandome el dolor volví a sentir amor.

LuminiscenciaWhere stories live. Discover now