Capítulo 3: Trampas

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Estrellas gemelas

⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ 3. Trampas ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆


Rod arrancó parte del bocadillo de Calvin.

—El que tiene que reponer fuerzas soy yo, que he estado toda la noche en el instituto —Calvin apartó el bocadillo de manera agresiva.

Rod le miró con cara triste mientras se metía el trozo en la boca.

Estaban en el recreo. Solían ir al mismo sitio de siempre; un callejón dentro de uno de los dos patios del instituto que daba al gimnasio, pero del que lo separaba una puerta metálica. Desde allí, podía observarse el patio principal donde la mayoría de personas estaban, y el segundo orientado a deportes, que estaba escalonado.

—¿Qué piensas sobre lo que te dije anoche? —Rod rompió el silencio.

—¿Huh? —Calvin le miró de manera dramática con el bocadillo en la boca.

—Lo del libro. Tío... te juro que algo raro pasó. Seguro que no fui el único que lo vio.

"No, Rod, yo también lo vi. Fui yo quien lo tiró".

—¿Entonces iba en serio? —Calvin trató de disimular—. A lo mejor de la impresión de ver a tu mejor amigo lleno de sangre te dio un chungo cerebral a ti también.

Rod cambió de posición para parecer más serio.

—Estoy seguro de lo que vi. Hablo como si estuviera igual de loco que Cole, pero sé lo que vi.

Calvin ya no sabía qué decirle. ¿Debería explicarle lo que sintió él? Pensó que seguramente le saldría el tiro por la culata y que al final, Rod le trataría a él de loco. ¿Pero a quién más se lo podía contar?

Comenzó a pensar. El silencio inundaba el callejón. Si lo que pasó fue totalmente real y consiguió mover un libro estando desmayado, tal vez podría volverlo a hacer.

—Rod —dijo de manera insegura.

—¿Sí? —se ilusionó al pensar que tal vez recibiría una respuesta racional a su situación.

—Voy a ir al baño un momento. Dejaré el papel de aluminio este a tu lado—levantó el papel de aluminio ahora en forma de bola en el que iba su bocadillo—. Si no vuelvo en diez minutos, búscame.

Rod se asustaba de lo serio que estaba Calvin.

—¿Te vas a hacer una paja en el instituto? Cal, sé que estamos salidos y eso, pero no hasta tal pun... —fue interrumpido.

—¡Escúchame! —abrió los ojos y levantó las cejas y el tono de voz—. Mis manos estarán lejos de mi pantalón, por eso no te preocupes. Pero hazme caso y quédate aquí. No muevas el papel.

Dejó la bola de aluminio al lado de Rod, que le miraba muy confundido. Calvin se dirigió al baño, que estaba a unos pocos pasos del callejón. Abrió la puerta y su corazón se empezó a acelerar. "¿Qué estoy haciendo?", pensó. "A lo mejor funciona, pero a lo mejor me da un derrame aún peor y me muero en un baño. Sería un título de artículo muy triste".

Abría la puerta del cubículo, dando un suspiro y dejando la mente en blanco. Bajó la tapa con repugnancia, pues se alejaba del color blanco que debería ser. Se sentó sobre el retrete y tragó saliva.

Dejó la mochila sobre su regazo y volvió a suspirar, cerrando los ojos. Estaba nervioso, pero no podía ignorar el hecho de que algo raro estaba ocurriendo.

Estrellas gemelasWhere stories live. Discover now