Capítulo 5: Nuevos comienzos

410 40 7
                                    

2019

≈Joaquin≈

Era sábado, mi despertador sonó a las siete de la mañana, me quede un rato acostado en la cama, hasta que decidí que era momento de levantarme. Me metí a bañar para que el agua me despertara, salí y decidí ponerme una sudadera amarilla, un pantalón negro y unos vans negros.

Fui directo a la cocina para preparar el desayuno. De seguro él todavía seguía dormido, decidí preparar unos hot cakes y puse a calentar la cafetera. Una vez que estuvo listo todo puse dos platos y dos tazas en la pequeña isla, en el centro los hot cakes y a un lado el frasco con mermelada.

-¡Emilio!- así es, vivo con mi mejor amigo -¡Emilio ya esta el desayuno! ¡apúrate que se te hará tarde para ir a tus clases!- grite

Nos mudamos a la ciudad de México hace unos meses, por problemas familiares y por que ambos queríamos estudiar aquí la universidad. Estamos rentando un pequeño departamento, la cocina es pequeña, tenia una pequeña isla, al salir de la cocina había una pequeña sala con dos sillones y la televisión, a lado de la cocina había un pasillo que daba a las dos habitaciones, una era mía y otra de Emilio, cada una con su respectivo baño. Algo sencillo para nuestros gastos, pero muy bonito. 

Al estarle gritando por el pasillo, me percate de que una chica se levantaba de uno de los sillones, en la parte de arriba solo tenia su sostén, estaba despeinada y con el maquillaje corrido. Me asuste y estaba a punto de gritar y llamar a la policía, luego recordé al mujeriego de mi mejor amigo. Oh no, ya empezamos mal.

-¡Emilio tienes tres para venir! ¡Mueve tu apestoso trasero ahora!- grite antes de entrar a la cocina.

Emilio apareció tallándose la cara con sus manos, camine para encontrarme con él en el pasillo.

-¿Que pedo? ¿Porque tantos gritos?

Lo mire incrédulo

-En primera llevas a esta chica a su casa antes de que haga que se arrepienta de andar de loca- dije señalando a la chica, a lo que ella me miro feo -ni me mires así querida, esta es mi casa y aquí mando yo, y tu debes aprender que debes llegar a la tuya o si no hay consecuencias.

No me lo tomen a mal, mi intención no es tratar mal a las personas por dormir con cualquiera, cada quien es dueño de hacer con su cuerpo lo que quiera. Lo que me molesta es la actitud del baboso de Emilio, me enoja que se las tire en el sofá y una vez que haya acabado las deje ahí y se valla a su cuarto a dormir como si nada pasara. Solo por que al señorito no le gusta que nadie entre ahí. A excepción mía.

Al principio me enojaba que hiciera eso, pero Emilio siempre les deja claro que no busca nada serio, y si a ellas no les importa y se prestan para eso, a mi mucho menos.

Emilio hizo a que la chica se vistiera y la saco del apartamento, en el camino la chica me iba diciendo un sin fin de groserías, recordándome a mi madre.

-gracias, no, lo siento, no, no hablo con mi madre, thank u next- decía mientras entraba a la cocina a tomar un poco de mi café.

Una vez que entro Emilio yo lo esperaba con los brazos cruzados, en el momento que me vio hizo su típica sonrisa del yo no hice nada.

-No, ni me hagas esa sonrisa, de verdad que te pasas Emilio- dije para tomar un hot cake

-yo no hice nada

-¿nada? solo te las tiras las dejas en el sillón

-y que esperas ¿que las deje dormir dormir en mi cama?- dijo extrañado -tu sabes que nadie entra.

The Best Of Me ≈Emiliaco≈Where stories live. Discover now