Capítulo 41 - Mentir, ¿Si o no?

31K 1.2K 1K
                                    

POV Poché

Cerré los ojos sintiendo los atrevidos labios de Calle deslizarse por mi cuello, para después sentir sus dientes clavarse lentamente en mi piel. Dejé escapar una profunda bocanada de aire, apretando mis piernas para no empeorar nuestra situación. Pero ella estaba a mil, Calle estaba ahora encima de mí, besando mi boca como si el mundo se fuera acabar, su mano derecha bajó a mi muslo, flexionándolo para estar entre mis piernas. Era demasiado temprano, alrededor de 6:33AM para ser más exactos. Hemos despertado y decidido decir adiós a ir a trabajar.

Ayer por la noche, después del picnic Calle decidió llevarnos a los bolos. Ella estaba decidida en hacer el día de Vale maravilloso. Y realmente lo fue, tuvimos un montón de diversión mientras jugábamos, y yo, por supuesto, fui la campeona entre ellas. Vale se quedó un poco enojada, y Calle nos dio la idea de que fuéramos a comer un buen sándwich, haciendo instantáneamente feliz a Vale. Hablamos y bromeamos durante un par de horas más hasta que regresamos a mi apartamento. Con mi manera dulce pude convencer a Calle para alojarse y dormir conmigo, Vale estaba en la habitación de Paula, según ella la cama de Paula era más cómoda. Calle, obviamente, dormía conmigo, y se comportó bien después de amenazarla tres veces. La huelga de sexo estaba haciendo completamente loca a mi novia, y a mí también.

-Calle...-

Ni siquiera me estaba escuchando, chupó el lóbulo de mi oreja haciéndome jadear. Maldita. Sus manos vagaban arriba y abajo de mi cuerpo, arañando levemente, causando una muy deliciosa excitación. Lleve mis manos a su cabello, tirando de su cara hacia la mía. Calle capturó mis labios en unos pocos segundos, chupando de ellos. Estuvimos tocándonos con locura en el sofá de mi apartamento. Ese no era el plan inicial, la mujer dijo que sólo quería algunas caricias y ahora míranos.

-Alguien podría vernos, Vale está durmiendo y ella podía despertar.- Susurré cuando descendió los besos a mi pecho.

-Sólo tienes que estar en silencio, bebé.- Calle susurraba deslizando su lengua en mi piel.

Maldita sea, ella me enloquecía. Su respiración pesada y caliente contra mi piel me hizo querer renunciar a la maldita huelga que impuse.

-La huel...-

-Olvídate sobre la huelga, ¿de acuerdo?-

Calle se sentó en el sofá, tirando de mi cuerpo con cierta fuerza hacia ella. Haciéndome sentar a horcajadas sobre su regazo. Sus manos se posaron en mis muslos donde apretó con fuerza. Suspiré y lleve mis manos a su cuello, entrelazando los dedos entre los mechones de su cabello. Ella me miró y sonrió. Negué con la cabeza y la besé.

Al principio, el beso fue sólo un contacto de labios, Calle deslizó la punta de la lengua por el labio inferior muy despacio, indicando lo que quería y lo permití. Sintiendo su lengua serpentea sobre la mía diabólicamente. Suspiré con el contacto, y chupó con necesidad. Sentí sus manos hábiles deslizarse dentro de mi blusa, sus dedos delgados navegando por mi espalda. Cerré los ojos cuando desconecto nuestras bocas y navego con los besos por mi cuello haciendo parada en el punto de mi pulso, donde los chupo, mierda. Eso dejaría una marca. Clavé las uñas en su hombro, impulsando a que continuara.

Con una velocidad, Calle llevó las manos al botón de los pantalones cortos que llevaba, desabrochándolos tan rápido que ni siquiera me di cuenta hasta que empezó a tirar de ellos hacia abajo. Nuestras respiraciones eran pesadas e irregulares, me eché hacia atrás, recibiendo besos desesperados en mis pechos, incluso por encima de la blusa delgada que estaba encendiéndome. Calle deslizó su lengua justo encima de mi pezón, mientras frota las manos con fuerza en mi centro sobre la gruesa tela de mis pantalones cortos de mezclilla.

The Stripper [Caché]Where stories live. Discover now