°Limbo°

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Un fuerte pitido taladraba los oídos de Cora lo que provocó que abriera los ojos de golpe, se llevo una gran sorpresa al encontrarse en una habitación completamente blanca, ya no tenía su ropa llena de sangre y rasguños ahora por primera vez en su vida vestía con una camiseta y pantalones blancos y las heridas que tenía desaparecieron por completo, estaba completamente limpia como si lo ocurrido hace unas horas nunca hubiera pasado. Se sentí rotundamente confundida, lo único que quería era volver con su manada y asegurarse que todos estuvieran bien, empezó a caminar pero todo la lleva al mismo lugar, no había salida y se estaba comenzando a desesperar

—¿Hay alguien aquí?— gritó harta de ver todo tanto blanco

—Hola hija— escuchó una voz atrás de ella, volteó encontrándose con un rostro muy conocido

—Papá— susurró en shock, sin pensarlo dos veces corrió y lo abrazo como si su vida dependiera de ello y no pudo evitar que se le escaparan las lagrimas

—Mírate, haz crecido tanto— comentó Peter viendo a su hija de arriba abajo

—¿Dónde estoy papá, que esta pasando?— preguntó confundida

—Moriste Cora— informó su padre y la chica abrió los ojos en shock, no podía creerlo, le resultaba imposible asimilar que realmente estaba muerta—Tranquila hija no será por mucho tiempo, pero antes alguien quiere verte— una luz empezó a brillar y de ella salió una mujer que solo había visto en fotos y verla hora mismo en persona le resultaba increíble

—Mamá— exclamó la chica Hale

—Te convertiste en toda una mujer— dijo Laura Mikaelson observando a su hija con amor y apreciación, Cora se separó de su padre para abrazar a su madre

—Mamá no puedo creer que te estoy viendo, que te estoy abrazando—la chica Hale era un mar de lagrimas, el tener a su madre y padre delante de ella era simplemente maravilloso

—¿Cómo es que están juntos?— cuestionó Cora

—Gerad nos pudo separar en vida pero nuestro destino siempre fue estar juntos— Peter tomó la mano de Laura y le dio un tierno beso— Así como Amelia y tu—

—¿No entendió papá?—

—Sabíamos que te convertirías en una alfa verdadera e invocamos a un guardián, tu destino y el de Amelia eran encontrarse y Amelia era la persona perfecta para convertirse en tu guardiana, los grifos custodian tesoros y tu eres nuestro tesoro hija—dijo Laura acariciando la mejilla de su hija—ella te protegerá así como tu a ella—

— Estamos orgullosos de ti, serás una gran alfa, siempre te vamos a cuidar— Los tres se abrazaron no queriendo que el momento terminara se sentía simplemente perfecto—Dile a Derek que estamos agradecidos por cuidarte— 

—Cariño debes volver—informó su madre—Tienes una manada que te necesita—

 —Los amo, los amo mucho y los voy a extrañar— Cora no quería separarse de sus padres pero sabía que debía hacerlo, debía volver con Amelia y con su manada

—Siempre estaremos contigo hija—dijo su padre en forma de consuelo y una luz apareció delante de ellos— Es hora, saluda a Amelia de nuestra parte— Cora asintió y no podía evitar que las lagrimas siguieran saliendo, le dio un ultimo abrazo a sus padres y camino directo a la luz

—Gracias por ponerle mi nombre a tu hija— Cora no sabía si estaba enloqueciendo pero juraría que escuchó a su madre decir eso, volteó para mirar a sus padres pero una luz la cegó

—Gracias por ponerle mi nombre a tu hija— Cora no sabía si estaba enloqueciendo pero juraría que escuchó a su madre decir eso, volteó para mirar a sus padres pero una luz la cegó

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𝗣𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮  |𝐂𝐨𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐥𝐞| Where stories live. Discover now