Para no hacerles el cuento más largo hoy ya no existen esas fotografías que significaban tanto para mí y no tengo a mi hija para tomarle más, solo me quedara el recuerdo de ese instante, de las palabras que le dije:
que estaba bien,
que se fuera tranquila,
que no tuviera miedo,
que iría a un lugar mejor,
que no se preocupara por mí,
que la iba a extrañar con todas las fuerzas de las que mi cuerpo es capaz, que nunca la olvidaría,
que no habría un día en que no iba pensar en ella,
pero que mamá no podía acompañarla,
que tenía que quedarme aquí a sufrir por su ausencia,
que me perdonará por todo lo que pude haber hecho de otro modo o mejor.Su expresión de paz, de serenidad, de calma, de amor, de pureza, de belleza, de divinidad, era lo que me transmitía al verla en esas fotos extrañamente conmovedoras.
Sé que hemos estado juntas en muchas vidas y lo estaremos en muchas más, está separación es sólo momentánea la vida es apenas un instante pasará más rápido de lo que muchos quisieran.
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LA MUERTE SE SENTO A MI LADO... Y LLORO.
SpiritualEste libro será de autoayuda para personas en duelo. Pero a la primera persona que ayudara será a mi, pues poder ponerle palabras al dolor se siente como un bálsamo que libera un poco el tormento que es no tener conmigo a mi hija. SEAN AMABLES SIEM...