ฯJust wait and seeฯ

8.3K 700 300
                                    

— Oye Takemitchy 

— ¿Si?

El joven de cabellos caoba y ojos zafiro volteo su cabeza para mirar al rubio que lo llamaba, ambos niños se encontraban echados en la una vieja cama cubierta con una delgada y rota sabana blanca.

— ¿Qué harías si tuvieras dinero? —preguntó el niño de ojos negros, cosa que hizo que el pelinegro frunciera el ceño.

— Mmm, no lo sé ¿Comprar una casa para no tener que estar más en este lugar? —contestó soltando una leve sonrisa para volver su mirada al techo, en el cual había grandes manchas de humedad.

— ¿Solo eso? Que aburrido eres 

— Bueno, entonces dime que harías tu —respondió sentándose mientras miraba fijamente al rubio, el cual al oírlo sonrió.

— Si tuviera dinero... —dijo pasando sus manos por detrás de su cabeza— tomaría al país completo y haría que todos se inclinen ante mi 

— Pff, ¿Y cómo harás eso? ¿Te meterás en la política o seducirás a alguna de las princesas? —rio mirando divertido a su amigo que seguía echado.

— Por supuesto que no 

—¿Entonces cómo vas a hacer que  "todos se inclinen ante ti"?

— Hay más formas de conseguir poder mi querido Mitchy —respondió imitando la posición de su mejor amigo, quedando enfrente de él— Aun no estoy muy seguro de como lo lograre, pero tengo por seguro que lo haré  y tu estarás a mi lado.

Takemichi solo soltó un suspiro rodando los ojos, Mikey muchas veces podría ser incluso más soñador que él ¿Cómo un par de simple huérfanos podrían dominar a todo Japón? 

Tanto como Takemichi como Mikey eran un par de huérfanos más en esa grande y descuidada casa hogar donde sus "padres" los habían abandonado sin siquiera mirar atrás. Takemichi había sido abandonado a la tierna edad de 1 año, lo dejaron en una vieja de canasta sucia en la puerta del orfanatorio con solo una nota que decía su nombre y un pequeño mensaje: "Ya no lo podemos mantener, denle de comer o algo así"; después de esa nota no les sorprendió tanto a las dulces mujeres que lo atendieron ver que el pobre niño estaba muy deshidratado y mal nutrido. Esto claramente afecto al desarrollo físico del pobre niño, pero aun con todo eso el seguía siendo alguien completamente alegre.

Por otra parte Manjiro fue dejado en el orfanato por su madre a la edad de 5 años.


"Manjiro, me iré un momento ¿Si? no les causes molestias a estas personas, ya vuelvo, se un buen niño"


Esas fueron las ultimas palabras que salieron de la boca de su madre antes de darse media vuelta y nunca más volver. Aun recordaba cada palabra con exactitud, pero lo que recordaba más eran los ojos completamente vacíos con los que lo veía y la falsa y forzada sonrisa con la que se despido de él. Para la sorpresa de los trabajadores y voluntarios del orfanato, Mikey nunca soltó ni una sola lagrima o se mostro triste al ser dejado allí por su madre ¿Cuán mal lo tuvo que tratar esa mujer para que no le afectara en lo más mínimo su partida?

Al poco tiempo de la llegada de Manjiro a la casa hogar, él y Takemichi se hicieron grandes amigos, cosa agradecían al cielo todos los que trabajan allí; Mikey era un niño difícil de tratar, no obedecía, se ponía un tanto agresivo si lo molestaban, era un respondón y un mal hablado, pero cuando estaba al lado de Takemichi se calmaba, o en su defecto, el cabellos negros lo controlaba.

₪ R O Y A L T Y ₪ |MiTake|Where stories live. Discover now