05 || Juntas hasta el final

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Seren se encontraba regando sus plantas cuando escuchó un pequeño ruido a sus espaldas

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Seren se encontraba regando sus plantas cuando escuchó un pequeño ruido a sus espaldas. Sonrió de lado al escuchar que no era un humano quien estaba detrás de ella.

Había estado pensando mucho por varios días en decir aquello que estaba por expresar.

—Ya era hora de que vinieras —dijo bajito. Colocó el recipiente de agua en el suelo—. Quería decirte algo, Asher. Yo... —Seren giró con una sonrisa y cualquier cosa que tenía en mente se esfumó. Se quedó sin palabras al ver a la bestia que tenía en frente.

Era la misma que su padre había visto antes de morir. Lo vio en sus ojos y recordó la cantidad de pesadillas que tuvo con esa mirada. Recordó cada noche que despertó asustada, y en ese momento la tenía frente a frente.

Seren no pudo decir nada más, porque luego de esos ojos, lo segundo que vio fueron sus garras. A diferencia de todo lo que había pensado antes, ella no quería morir. Pensó en todo lo que le hubiera gustado hacer en su vida, haberle confesado su amor a Asher, huir con él y su hermana a otra parte. A hacer otra vida lejos de Louvell.

Pero nada de eso importaba.

La garra impactó justo en su corazón y un grito desgarrador salió de ella.

Seren vio su vida pasar por su mente por unos segundos hasta que su corazón dejó de latir.

No tuvo tiempo de despedirse de Lilith ni de perdonar de verdad a su padre. Nunca pudo enterarse de cómo había fallecido su padre ni cómo obtuvo sus poderes realmente. Nunca supo qué sucedió con su madre de verdad.

Nunca volvió a ser feliz.

Se fue de ese mundo intentándolo. Aquella mañana había pensado mucho en qué decirle a Asher, que casi lo tenía planeado. Ansiaba que llegase la noche para que él la visitara.

Pero no sabía que aquella noche sería mortal para ella.

Ella no lloró. No le dio tiempo, pero Lilith que vio todo desde su casa, lo hizo por ella. Lloró en silencio esperando que esa bestia no la oyera. No le quedaba de otra. No podía hacer mucho por su hermana en ese estado, y si el licántropo la escuchaba, ni siquiera podría buscar una solución.

Lilith guardó silencio y se escondió en la esquina más oscura de su habitación. Ella sabía que todavía quedaba una esperanza.

—¡¿Qué hiciste?! —escuchó Lilith de lejos. Abrió los ojos al reconocer la voz de Asher. Se oía enojado y muy desesperado.

Louvell volvió a su forma humana e irguió un poco la espalda porque esa transición dolía un poco.

Ella quería ayudar a Asher, pero no sabía si debía hacerlo. Sabía que en ese momento estaba un poco indefensa.

—Lo que tenía que haber hecho desde que llegué a este pueblo de porquería, traidor. ¿Piensas que me creí todo lo que dijiste? —cuestionó Louvell empujándolo. Su hermano cayó al suelo y sintió una patada en su costilla. Asher sintió un dolor punzante a su lado derecho. —Rompiste el juramento por una simple mortal, y eso jamás te lo voy a perdonar, Asher —le gritó el mayor. Luego le propinó otra patada en el mismo lugar, eso provocó que Asher gritara de dolor. No estaba seguro si tenía algún hueso fracturado, pero eso sin duda le había hecho daño. —Te vas a arrepentir —le dijo. Le echó una mirada al cuerpo inerte de Seren y sonrió de lado. —Muérete con ella si quieres.

Aullidos de Carabar (Píxeles 0.5)Where stories live. Discover now