O1.

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" SUNGHOON "

  Las aves viajaban con sus alas flanqueantes sobre el gran crucero todavía inmóvil en las olas del mar.
  El sol caía suavemente dejando tonadas anaranjadas en el puerto repleto de gente y desorden.  


Adiós, cariño!

Bye, bye!  

Sayonara...

Mata ne!

ZÀIJIÀN!!!

  La gente gritaba saludando. Entre lágrimas, entre sonrisas. Sus familiares y conocidos estaban a tan sólo segundos de partir en aquél lujoso y enorme crucero, y ellos sólo allí, en tierra firme, viéndolos desde abajo...
  Niñas y niños, mujeres y hombres, ansianas y ansianos. Todos allí, despidiendo a sus seres queridos apunto de partir...

  Los guardas de aquél puerto miraban estirando cada vez más sus cuellos, buscando si habían o no más pasajeros por abordar. Sin notar nada sospechoso, se miraron entre sí.
  —¿Ves a alguien más? — preguntó uno de ellos.
  El contrario negó, por lo que ambos decidieron en silencio subir por la larga plataforma y caminar tranquilamente hacia la entrada de aquél gran barco....

  —¡Apúrate, Jake! ¡Ya saldrá el barco!

  —Wait, Hoon! Wait for me, Hoon!

  Golpeando gente, empujando sin poder evitarlo gracias a la acumulación, ambos jóvenes corrían con enormes e increíblemente alegres sonrisas en sus rostros.

  —¡Niño estúpido!

  —¡Lo lamento, señora!

  Ambos se miraron entre sí dejando escapar risas escandalosas.

  Sus pies no se detenían por nada ni nadie, ni cuando el más pálido de ellos tropezó casi cayendo al frío pavimento detuvieron su maratón.

  —¡Oye!

  —¡Ten más cuidado!

  —¡Mocoso insolente!

  —¡Desubicados!

  Poco les importaron las quejas ajenas. Estaban cada vez más y más cerca de su sueño: el crucero más grande del mundo, que los llevaría a América, Washington...
  Uno de ellos sonrió enormemente dejando ver sus afilados colmillos a un lado de su sonrisa: ya estaban a sólo unos cuantos metros.
  El otro también lo hizo, sus carnosos labios se separaron mostrando su hermosa sonrisa cual luz de mañana. Atrás del primero, este empujó un poco su espalda para hacer más apresurado el viaje del jóven.

  —¡Aaaaah! La mejor apuesta de todas. — celebró Sunghoon, un muchacho Coreano que había vuelto a su pueblo luego de tantos viajes y ya deseaba volver a irse. —Esos boletos tenían que ser nuestros, hermano. — sonrió mirando hacia atrás, observando hacia su acompañante extranjero.

  —Yeah! — Jake entendía en su perfección el coreano, obvio, pero prefería no hablarlo; pues seguía bastante dudoso con su habla en aquél idioma.

  Ambos ensancharon sus sonrisas al empujar a los últimos hombres delante suya y ser los primeros en aquella fila.

  Era como un magnífico sueño, era increíble para ambos. ¿Washington? ¡Washington los esperaba! Y aquella gran nave sería la que los llevaría a aquél destino.

  Sus corazones saltaron alegres.

  Deteniéndose un segundo, Sunghoon sonrió aliviado. Rápidamente tomó la mano libre de Jake y lo arrastró hacia aquella plataforma recta para ir hacia la entrada del barco. "¡Somos pasajeros, somos pasajeros!": Repetía una y otra vez hasta llegar a los dos guardias a punto de entrar a aquél móvil enorme.
  Ambos jóvenes trabajadores se miraron entre sí, observando con duda a los otros dos recién llegados cual locos.

𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐂 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ♡ park sunghoon Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin