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" MADEMOISELLE
and MONSIEUR "

  Una tonta sonrisa se esparcía en el rostro de Sunghoon.
  Bajo la mirada de Jake y el cielo del atardecer, sus mejillas resaltaban mostrando sus labios curvados en una sonrisa llena de ternura.

  "Problemas en el paraíso familiar, huh..."           

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  Eran alrededor de las 10:30 de la mañana, al día siguiente. El sol estaba fuerte, iluminaba la blanquecina piel de una bella dama vestida de amarillo. Sus verdosos ojos recorrían los pasillos del barco con una necesidad incomparable a cualquier otra cosa: la necesidad de encontrar a alguien.

  Su desayuno había transcurrido relajado, «Gracias a Dios»
  Sus calzados pies se movían con elegancia, sin renguear o ser arrastrados, danzaban sobre el suelo de madera implementando todas las clases de modales que había tenido desde pequeña. Libros en la tapa de su cabeza, libros en sus brazos, pedazos de tela acomodando su espalda para estar recta. Todos ellos hacían de ella una señorita en ese mismo instante.

  Cuánto asco le daba aquello.

  Un suspiro salió de sus rojos labios. Los cuales se complementaban con el rojizo naranjo de sus hermosas hebras rizadas. Eveline definitivamente era un partido divino.

  Dejando todo pensamiento de lado, simplemente se enfocó en seguir divagando por los pasillos. Algunos al pasar por su lado hacían una pequeña reverencia, otros sólo asentían con la cabeza; ella correspondía sus acciones con una pequeña sonrisa falsa. Después de todo, el saludo de los demás también lo era.
  Divagando y divagando, la joven siguió y siguió respondiendo a saludos, hasta sus ojos llegar a una de las tantas bancas que daban hacia la vista del mar.

  El cabello oscuro, complementado con aquella tan pero tan pálida piel y labios carnosos hizo que ella sonriera al por fin haber encontrado su objetivo.
  Aún observándolo, siguió caminando, ahora hacia él.
  Soltó una pequeña risa luego de observar las cejas de este fruncirse, y también notar las hojas en sus piernas. «Al parecer es dibujante» pensaba con gracia.

  Sus bajos tacones resonaron suavemente. Haciendo que cada vez más cerca del jóven, este notara el incesante sonido de las pisadas.
  Hasta que despistadamente este llevó sus ojos hacia aquél tuc tuc que tanto le distraída de su obra. Volvió sus ojos al grafito y luego rápidamente los devolvió devuelta hacia la joven, observando su vestido amarillo flanquear y su rojiza sonrisa iluminarle más que el sol de media mañana.

  Él sonrió suavemente. Sus piernas se acomodaron y sus manos llevaron grafitos y hojas hacia un lado, parándose de la banca mientras observaba a la joven ir en su dirección.
  Ya a pocos metros de ella, ensanchó un poco más sus comisuras y con un asentimiento de cabeza le dió la bienvenida hacia su parte del barco, dicho así por la cantidad de gente de estatus social bajo o medio bajo.

  Oh, sí, si la señora Elena viera a su hija allí, definitivamente haría un desorden...

  Eveline, cual princesa de cuentos de hadas, detuvo sus pasos enfrente de él, aquél muchacho inesperado en la vida de la princesita. Sonriendo suavemente, ella se sintió los más rebelde que pudo haber sido en su vida... 

  —¿Puedo saber su nombre? — preguntó gentilmente, llevando sus orbes esmeralda hacia los orbes castaños oscuros.

  Él sonrió de lado, admirando la belleza frente suya: una obra de arte.

𝐓𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈𝐂 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ♡ park sunghoon Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon