Naufragio

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PoV Mal


Un espacio vacío, sin tierra en la qué apoyarme o cielo por el cual alzar el vuelo. Tampoco lograba distinguir alguna cosa a mi alrededor. No había nada. Solo me encontraba existiendo en este lugar ¿Qué era? ¿Cómo llegué aquí? Si mal me equivoco yo estaba-

-...tacto., hemos establecido contacto capitán.

-¿Puedes mantener el enlace señorita Mal?

-Creo que sí.... pero de preferencia hay que hacerlo rápido

Imágenes del evento en cuestión pasaron a mi alrededor. Como si una mera espectadora fuere de mi propia vida. No pude pensar mucho en eso pues como si estuviese en espera a mis pensamientos, este lugar cambio y me encontraba en una tormenta que fluctuaba con el mismo espacio. Como si exigiera que entrase en su dominio en lugar de este lugar. 

Rápidamente envolvió todo el espacio y con su fuerza se llevó la escena y trajo de los confines de sus propias entrañas nuevos lugares y emociones

Imágenes de cómo nos contactamos con Atlantis y con el mismo padre de Ariel pero al verme en el reflejo, nos exigió alejarnos de su reino y llamando a su tropa;  las profundidades marinas reaccionando a una orden no dicha pero con mayor poder que Tritón y aquel fenómeno que ha atacado a nuestra gente surgió ante nosotros.

-¡Formación de combate!- fue el comando que el señor Smee dictó a la tripulación justo cuando Tritón rompió el enlace y los entes hechos del propio océano nos rodeaban. Noah a lo lejos llamó mi atención para lanzar a mi alcancé una espada. Con experiencia lo tomé con la mano derecha y me giré solo para enfrentar a Harry en medio de sus clases matutinas.

Giré nuevamente solo para darme cuenta que me encuentro en la bahía de la Isla de los Perdidos, donde Harry instruye a los nuevos aprendices, solo que esta vez lo noto diferente. No presta a atención que debería a sus estudiantes y su mirada vaga constantemente al mar. Extendí mi brazo con el fin de posarlo en su hombro en una muestra de preocupación, pero como si un fantasma se tratase, lo traspase. Justo en ese momento, la opresión de la tormenta regreso y con la fuerza de sus ventiscas arrastró el espacio mientras en él seguían con sus actividades sin darse cuenta que estaban siendo tragados por una fuerza desconocida.

Traté de invocar mis alas y alcanzarlos. Alcanzarle. No obstante, otra corriente de viento vino sobre. Haciendo aún más difícil el moverme. Aún así, de alguna forma me encontraba volando sobre el mar tratando de atacar sobre el cielo a los entes que trataban de hundir el navío. 

Todo había pasado demasiado rápido, y no teníamos idea del por qué. Lo único en lo que puedo pensar ahora es en mantener a salvo a mi gente y llevarlos a un lugar seguro. No obstante, este viento me tenía polarizada. Venía de todos lados con una fuerza que llegaba a lastimarme. Podía sentir el porqué actuaba así. Me quería fuera de su reino, pero su furia por mi presencia era tal que sus ataques no daban lugar a mi retirada y a su vez, mi tardanza en este lugar aumentaba su ira. 

-¡Cuidado Mal!- apenas pude detectar el llamado de Noah, dirigí mi atención al origen de su voz solo para ver la mirada aterrorizada de toda la tripulación hacia mi. No, hacia algo detrás de mi.

Una sombra surgió, y solo logré captar la presencia de un enorme tsunami del cual no habría escapatoria. O eso creí, antes de sentir una mano tomarme con fuerza y llevarme a otro escenario. 

Esta vez me encontraba dentro del Océano, sin la presencia de un combate a mi alrededor pero aún con similar a la que el viento-no, el cielo- me daba. No me querían aquí.

-¡Debes irte!- la voz ajena pero familiar me sacó de mis pensamientos. Voltee a ver a quien me tiene mi brazo entre sus manos temblorosas. Esta asustada

-Uma, ¿Qué esta pasando?

-No hay tiempo para eso, debes irte cuanto antes. No sé por qué pero eres buscada. Te culpan de un crimen pero nadie me dice cual es. Regresa a la Isla ahora. Si estás dentro del mar, toda criatura esta bajo la orden de atacarte o matarte. Debes irte ahora Mal

Era raro escucharla tan asustada, pero lo que acaba de decir me dejó con la sangre helada. Traté de preguntarle una vez más qué estaba pasando y a qué crimen se refería, pero burbujas salieron de mi boca. 

Ahí me di cuenta Uma había desaparecido sin dejar rastros y me estaba ahogando. Traté de nadar pero el propio mar me jalaba a sus profundidades, exigiendo mi muerte. A lo alto, pude observar los restos del navío destruido en su totalidad y una figura nadando con todas sus fuerzas hacia mí. No lograba verle la cara, pero también mi vista se iba haciendo borrosa. 

Poco a poco mis fuerzas se fueron así como mi consciencia. No obstante, lo último que escuché fue una voz soñadora que inundó mi cuerpo y mi alma con una gran calma. 

-Todavía no es tiempo mi señora. Su padre aún no la ha llamado a su reino. 



Alas negras me rodearon como una manta protegiéndome de lo demás. Todo se volvió negro.





Y es ese punto desperté de ese sueño tan raro, pero que dejó huellas en mi cuerpo para darme a entender que no fue un sueño normal. 






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Historia 100% mía, aunque lamentablemente no soy dueña de Descendientes. 


Espero que les haya parecido interesante esta narración. Intenté hacer algo parecido a los sueños de los semidioses que implementa Rick Riordan, peor fue algo difícil.


Espero que les guste y de ser así síganme. No olviden dejar una estrella y su comentario =)


Descendientes Long Live EvilWhere stories live. Discover now