El lenguaje de las letras pequeñas

El Tiempo Que Perseguimos

¿No es apresurado
el tiempo que tardan
en caer
las calcomanias
de tus rodillas?

La forma en que los lazos
se enredan con el cabello
y un corset te abraza
hasta los huesos.

La forma en que tus pies se desgastan como la suela de un zapato
por los intrigantes caminos en los que has deambulando,
con tus ojos cansados de tanto frotarse con tus dedos de arena
que caen y te da sueño, como un bostezo, como la sombra que se arrescuesta en el espacio de tu cuello.

La forma en que tu cabello negro está espolvoreado de blanco
y tus manos se manchan con el pasado que refleja tu mirada borrosa
y las líneas que rodean tu boca junto al suspiro de la vida.

El tiempo pasa corriendo con una cometa cuando no estás viendo,
cae entre una lluvia de estrellas y te empapa
con sabiduría a base de caídas, lágrimas y sueños.

Sueños que llaman la esperanza,
esperanza que brota de los bordes,
y que le salen alas.

Y vuela,
la esperanza y el tiempo,
en tu espalda,
y te recuestas con una idea,
con un recuerdo,
un sentimiento,
de que ha sido la vida.