𝖭𝗎𝖾𝗏𝖾

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El vuelo aterrizó aproximadamente a las 11 de la noche y Enzo estaba esperando a Anna ansioso

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El vuelo aterrizó aproximadamente a las 11 de la noche y Enzo estaba esperando a Anna ansioso. Acompañándolo estaban Aitana y una mujer más, se llamaba Joss.

Cuando vió a Anna llegar con su maleta corrió a ella y la abrazó.

— ¡Ann, te extrañaba, nena!

— ¡Enzo, ya te quería ver!

Las dos acompañantes también se acercaron a saludar, Aitana y Anna ya se conocían por varios eventos y eran amigas, pero Joss solo era conocida de Enzo.

— Ann, ella es Joss, mi estilista — Anna miró a Joss confundida, pero accedió a darle una sonrisa.

— Mucho gusto, Anna Romero — dijo estrechando su mano.

— Joss Fernández — se presentó.

La mujer podía verse amable de lejos, pero cuando hablaba te golpeaba con un tono firme y fuerte.

— Bueno chicas, ¿nos vamos? — habló Enzo y puso su brazo para que Anna lo tomara, Anna de un lado y Joss se fue por el otro.

Fueron un par de metros hasta que Aitana jaló un poco a Anna para hablar con ella. Enzo no quería soltarla, pero la dejó cuando vió que Aitana se lo pedía.

— ¿Cómo has estado? He estado muy pendiente de tus perfiles — comenzó Aitana.

— Bien, creo — Anna miró a Enzo, hablar con Joss y Aitana lo notó.

— ¿Verdad que da rabia? ¿Quién se cree esa para cogerlo así? — Anna se alzó de hombros — No te preocupes.

En la salida, se subieron en una camioneta que los iba a transportar al hotel. Casi a la fuerza, Joss tuvo que ir con Aitana, mientras Anna y Enzo estaban en los asientos de atrás.

— ¿Qué has hecho? Han pasado días desde que no nos vemos, Ann — ella se recargó en él, no quería aceptarlo por completo, pero lo extraño.

— Me la pasé haciendo mis trámites de la universidad, salí con Juani y creo que te extrañé — Enzo sonrió y se animó a recargarse con Anna, también empezó a tomar sus manos y a acariciarlas.

— Yo también te extrañé mucho, cuando me dijeron de este viaje y que podía llevar a un acompañante, inmediatamente pensé en vos — dijo Enzo, provocando una risita en Anna, que abrazó su brazo con confianza.

Anna y Enzo estuvieron todo el camino agarrados y abrazados, se sentían como si por fin estuvieran en casa. Al llegar al hotel, Aitana se despidió y se fue a su habitación  por separado, Enzo estaba revisando algo en recepción, dejando a Anna sola junto a Joss.

Anna no le prestaba mucha atención, estaba tomando fotos del hotel en si hasta que Enzo regresó.

— Habitación 307 y 308 — dijo — ¿Llevó tu maleta?

𝗣𝗥𝗢𝗙𝗨𝗚𝗢𝗦 | 𝖤𝗇𝗓𝗈 𝖵𝗈𝗀𝗋𝗂𝗇𝖼𝗂𝖼Where stories live. Discover now