Capítulo 5: Arrepentimiento.

4K 293 94
                                    

Una semana.

Una maldita e interminable semana desde que acepté la propuesta, o mejor dicho, la amenaza de Ijuuin de ser prácticamente su esclavo. Desde entonces me he visto forzado a asistir a su casa después del trabajo para "hacerle compañía", todo lo contrario porque siempre termino en su cama.

Me esfuerzo mucho para que Usagi-san no se dé cuenta de nada y creo que lo he logrado, pues no ha sospechado nada ya que siempre procuro recibirlo con una sonrisa en los labios con un rostro sereno. Tal y como él me conoce.

Nunca pensé que llegaría el día en que Ijuuin se convertiria en mi enemigo, o peor aún, que yo odiara sonreír.

A su vez, nuestra vida sigue como siempre, él me acosa mientras yo me resisto, aunque por dentro quisiera que me abrazara y nunca me soltara, que me diga que todo está bien y el me seguirá queriendo aunque otro hombre me haya tomado a la fuerza.

A veces, me dejo llevar y cuando está a punto de seguir a algo más conmigo me dan ganas de llorar e incluso me planteo si es bueno que todavía siga con él, porque no se merece a alguien como yo.

Justamente en este día se repetirá la misma rutina, con la cual no veo salida alguna.

Me da tanto asco que Ijuuin me toque, que me vea incluso, sin embargo, con Usagi-san es diferente, cuando estoy en sus brazos me siento... ¿cómo explicarlo? Protegido, feliz, emocionado, inquieto y muchas emociones empiezan a surgir.

“Es cierto... Últimamente no he hablado con Usagi-san porque tiene mucho trabajo, pero pronto lo terminará y cuando eso pase estará libre un tiempo y tendré que estar con él.
En ese lapso de tiempo ¿qué haré con Ijuuin?”

—¡Takahashi, las copias por favor! —me llama un trabajador quien se asoma desde su cubículo. Tiene el teléfono de la oficina en mano y parece apurado.

—¡Ah, claro! —contesto y salgo de mi distracción.

Sé que no es momento de pensar pero ¿qué puedo hacer? Mi día a día se ha convertido en darle vueltas a los problemas que azotan mi ser. Algo como esto no lo puedo olvidar aunque quisiera.

Las horas pasan y mi turno ha acabado y como siempre él esta en la salida dentro de su auto negro.

Ahora hasta fobia le tengo a los autos negros porque siempre que veo uno pienso que es él, que me esta siguiendo, observando cada cosa que hago e incluso viendo con quien hablo.

Y yo que pensé que Usagi-san era posesivo. Él solo lo hacia para protegerme de las personas como Ijuuin”.

La mirada del mangaka estaba perdida en un punto fijo, mirando hacia al lado opuesto de donde venía, no fue hasta que volteó y se cruzó con la mía, empezando a sonreír. Abrió la puerta del conductor y se bajó del auto saludandome desde lejos con su mano.

—¡Ah! Ahí estás Takahashi-kun, te has tardado un poco.

Ya no quiero seguir esto ¿Cómo puedo detenerlo?

Yo también tengo que saludarle falsamente porque tengo miedo de que me haga algo, ya vi su otra cara y no me gustó. Es muy diferente... es posesivo, amargado y violento. Tengo miedo por mi, por Usagi-san, por Nii-chan y por todo mi alrededor.

—¿Qué esperas Takahashi?, ¿No vas a entrar?

—Sí, lo... siento —murmuro esquivando su mirada. Puedo sentir la suya, viéndome fijamente y analizando con detalle cualquier movimiento que haga.

Obsesión.  [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora