Capítulo 15: ¿Donde estas?

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Horas antes...
*Narra Usagi*

Mis ojos se abrieron de par en par; sentí como si hubiera dormido mucho, gire a mi derecha y no vi a Misaki a mi lado.

Seguro le gano la vergüenza y se fue de aquí.

Me senté un momento en mi cama y vi el reloj.

Las 8:40 am, aún es temprano.

Me acoste una vez más en mi cama y decidí dormirme un rato en lo que Misaki preparaba el desayuno y me llamaba para bajar como siempre lo hace.

Cerré mis ojos y me introduje en un mundo de ensueño.

En mis sueños presentía algo malo. En mis sueños estaba una imagen borrosa de Misaki, casi no se podía ver pero lo podía diferenciar por el color de su cabello. Esta en posición fetal, intento acercarme pero no puedo, cada vez se aleja mas de mi... Espera... ¿Por qué esta llorando? ¿Acaso en mis sueños lo lastime?

Desperté una vez más, exaltado e inquieto, me senté en mi cama y toque mi rostro con ambas manos. Estaba sudando, esto no es normal nunca había soñado algo parecido. Tengo una inquietud muy dentro de mi. Mire el reloj para ver cuanto tiempo había pasado.

Las 12:30 pm

¿Qué? ¿Por que Misaki no me despertó? ¿Donde esta?

Baje de mi cama lo mas rápido se pude, casi corriendo se podría decir.

—¡Misaki! –grite mientras iba en camino a salir de la habitación.

Estiraba cada vez más la mano para alcanzar la perilla de la puerta. La abrí de un solo jalón.

Un momento me quede ahí parado. El silencio reinaba en el departamento y, extrañamente, lo hacia ver mucho mas grande de lo normal, pero con un toque de soledad.

La silueta de Misaki no se encontraba en la cocina, sonriendo como siempre lo hacia. Preocupado busque en cada una de las habitaciones.

—Misaki ¿Donde estas? –preguntaba con miedo al no escuchar nada —¿Estas aquí? –decia mientras abría la puerta mas cercana. Era mi oficina y estaba desordenada como siempre.

Abrí la que le seguía y en aquel cuarto lo único que había era osos por doquier, abrí la siguiente y solo encontré marimo, en la que le seguía el modelo de la muralla China que nunca acabe, en la penúltima, estaba el baño.

Solo quedaba una puerta y la cual me daba más pavor abrir por el simple hecho de que no se encontrara nadie ahí, la habitación de Misaki.

Tome un largo suspiro y acelere el paso.

—¡Misaki! –abrí la puerta con tanta fuerza que se azoto en la pared.

Me quede contemplando el vacío de la habitación. Estaba en shock.

Misaki se había ido y no obtenía respuestas.  Ingresé por completo al cuarto y empecé a buscarlas por mi mismo.

Lo primero que se me vino a la cabeza fue buscar entre su armario. Vaya sorpresa me lleve, su armario no tenia ropa. Era como si un ladrón hubiera entrado y se hubiera llevado todo pero sabía que eso no era posible.

¿Se habrá cansado de mi?

Baje al primer piso con la desesperación encima de mi, cuando pase junto a la mesa me encontré una nota ¡Era la letra de Misaki!

Dude un poco en leerla, no quería ver en ella palabras hirientes hacia mi pero tenía que leerla si quería encontrar el por qué de su abandono. Trague saliva y la tome entre mis dos manos.

Obsesión.  [En Edición]Where stories live. Discover now