3 semanas y dos días hace desde aquella fría, gélida y puñente noche.
Pareciera que he retrocedido al pasado pues aprovecho todo momento para observar a mi Heichou. Además sigo creyendo ingenuamente que si lo observo mucho llegaré a conocerlo sin necesidad de entablar una conversación.
Entablar una conversación con Heichou, entablar,.. es curioso como el verbo conversar en vez de haber conservado su poderío como núcleo verbal haya optado por sustantivarse siguiendo las lenguas anglo-soxanas y ser el complemento predicativo del verbo entablar. Verbo que ni siquiera tiene significado propio.
En fin, no se que decir, más bien tengo mucho que decir y eso hace que no pueda empezar, ¿irónico verdad? o ¿paradójico?
Qué más da, lo importante es que he observado, no, perdón, he estado observando a Levi durante unas 3 semanas y lo seguiré haciendo durante muchas más.
Durante este tiempo he descubierto que se levanta a las 5 de la mañana y que se acuesta hasta altas horas de la noche, nunca inicia una conversación siempre es arrastrado a ellas, sobretodo por Hanji, sus frases en un ámbito comunicativo son escasas, con léxico vulgar y ofensivo o hiriente y son irregulares. Siempre viste igual y siempre tiene la misma expresión. Cómo me gustaría verle sonreír.
Sus ojos son un bosque tropical y el marfil de su piel lucha a muerte todos los días con su pelo lúgubre. Me encanta.
Ahora lo conozco más, y he descubierto que es adictivo porque cuando más lo conozco más quiero conocerlo.
Bueno, no sé si lo adictivo es el amor que crece día a día o él: el mismo Levi.
Ya lo averiguaré. Seguiré observándolo día a día aunque nunca llegue a haber nada entre nosotros. Porque lo amo y sé que siempre lo amaré así que ¿porqué no sólo disfruto de su compañía aunque nunca vaya a ser correspondido?
