Capítulo 14

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MIRADAS AZUCARADAS VUELVE A WATTPAD por tiempo indefinido\*-*/ Recuerden que este es el borrador de la historia, en el libro físico y en el ebook hay cambios <3

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Tomo el tubo lleno de líquido rojo y lo vacío en otro que ya está medio lleno. Harold está a un lado con una libretilla haciendo anotaciones, puedo ver su cara escondida llena de diversión.

—Así que tú y Shawn... —Le lanzo una mirada mordaz de reojo y continúo con el experimento, no quiero causar una explosión.

—Cállate —susurro.

—¿Qué? Antes te gustaba hablar de él todo el tiempo. —Retiene la risita.

—Apunta: debo callarme mientras Natalie maneja líquidos que podrían ser mi destrucción.

—Solo sacan ronchas —dice.

—Recuerda que soy amiga de Jasmine —canturreo reajustando mis lentes de protección y echando hacia atrás la manga de mi bata blanca.

Mi comentario hizo justo lo que quería, Harold cierra el pico y sigue trabajando. Sí, a él le gusta Jas, nos sentíamos identificados porque es chistoso que nuestro enamoramiento sea por el mejor amigo del otro.

Me agrada Greg, pero me gustaría más que estuviera con Har porque es un buen chico. Es como ella, no el otro lado de la tortilla. Jasmine no lo sabe y no creo que se entere nunca mientras tenga novio y siga perdidamente enamorada de él.

En el vestidor me pongo mi atuendo deportivo, retraso todo lo que puedo el momento, no quiero salir al gimnasio con todos esos chicos mirando mis piernas de pollo, tampoco quiero que se burlen de que no puedo cachar una estúpida pelota. Yo no tengo la culpa, parecen misiles queriendo estrellarse en mi cabeza, tengo el derecho de esconderme.

Curiosamente la entrenadora disfruta colocándome en la portería.

—¡Muy bien! ¡Diez vueltas a la cancha! ¡Por cada distracción es una más! —Suena el silbato. Santo Jesús del pesebre de madera, ¿qué hice para merecer esto? ¿Diez vueltas? ¿Quiere que mis piernas se conviertan en palillos para tejer o qué carajos?—. Andando, señorita Drop, ¿o quiere que sus compañeros sufran las consecuencias?

Todos se quejan y me lanzan miradas de reproche, refunfuñando inicio la carrera. Antes podía fingir que tenía cólicos o que me dolía el tobillo, pero la profesora terminó dándose cuenta que eran mentiras. Tal vez por eso me odia, por eso y porque una vez la golpeé con el balón.

No me gustan los deportes, prefiero hacer cosas más simples como sentarme en el sofá a comer cheetos.

Quiero cheetos ahora.

Mi condición física es pésima, alguien debería hacer más ejercicio y ponerse a dieta.

—Si respiras por la boca te vas a cansar más pronto, preciosa. —Le doy una mirada de soslayo, ¿cómo hace para verse bien mientras corre? Quiero detenerme para admirar su cuerpo sudoroso, sin embargo, no deseo correr más vueltas.

Miradas azucaradas © ✔️ (AA #1) [EN LIBRERÍAS]Where stories live. Discover now