11. Zona de anotación.

27.2K 2.8K 2.1K
                                    

Los entrenamientos fueron agotadores. El entrenador exigió lo mejor de mí y no fue nada fácil intentar complacerlo. No suelo hacer ejercicio físico así que a mi cuerpo le costó adaptarse al principio. Después de clases iba al campo a entrenar junto a los demás jugadores. Se me fue difícil mantener mi autoestima en alto rodeado de tantos cuerpos que evidentemente viven en gimnasios. Pasadas las dos horas regulares de entrenamiento los jugadores se retiraban, dejándome solo junto a el entrenador. Daba incontables vueltas al campo, flexiones de brazos, algo de teoría básica y más puñeteros ejercicios que me dejaban sin aliento. Un día, al acabar el entrenamiento el entrenador se me acerco, colocó una mano en mi hombro y dijo:

-¿Dóndes estuvistes todo este tiempo? Medí tu velocidad y... eres más rápido que el resto del equipo.

Ese día regresé a casa con aquella frase clavada en mi mente. En algunas ocasiones nos quedamos entrenando hasta que la capa oscura que baña el cielo anunciaba que la noche estaba por caer. Mi cuerpo empapado en sudor era una característica indispensable cada vez que terminaba un entrenamiento, luego tomaba mi bicicleta y cruzaba la ciudad hasta casa de Blake, en dónde estaba Drew esperándome con cientos de preguntas. Esto fue así, durante las dos semanas más largas de mi vida.

A veces me preguntaba si había hecho lo correcto al entrar en este equipo. Mi principal razón es ella, quién no deja de festejar el hecho de que haya entrado a los Greys Wolves. Insistía seguidas veces para quedarse a observar mi entrenamiento repitiendo una y otra vez porfavorporfavorporfavor hasta que me rendía, no tenía otra opción más que acceder. No siempre fue así, había días en los que se sentía agotada así que prefería irse a casa en autobús. Por alguna razón siempre le daba un corto sermón de dos minutos sobre tener cuidado con quien se sentaba y de estar al pendiente de dónde debía bajarse. Luego ella empezaba a hacer muecas de fastidio y asentía.

"Sí, papá" dijo uno de esos días, colocando los ojos en blanco.

Con respecto a mi reputación, pues que puedo decir. Últimamente las personas me dedican más miradas de las que solían darme. Supongo que se debe a la chaqueta del equipo que por lo usual llevo puesta. Todo comenzó con ceños fruncidos y miradas de confusión, luego las miradas indiferentes y hace unos poco días me empezaron a saludar, choques de mano, abrazos, frases de ánimo para el partido, entre otras muestras de aprecio a las que me cuesta acostumbrarme.Jamás había recibido tanta atención. Incluso llegué a pensar que la chaqueta estaba hechizada así que intente quitármela pero las miradas de soslayo permanecían. Kian al verme sin la chaqueta me reprendió y me dio un largo discurso sobre el orgullo que debo sentir al llevar la chaqueta puesta.

Kian y yo no tenemos una gran amistad, pero tampoco es una rivalidad ya que no creo que él vea en mi competencia. Aunque he de aceptar que es extraño hablar con el chico por cual hace unas pocas semanas había sentido algo de envidia. Sigo siendo una Etcétera al lado de él, ya que es el quarterback y toda esa patraña. Pero ya no soy ignorado, como antes de entrar al equipo. Le comenté esto a Drew, quien sonrió al escucharme y luego dijo: "Dejemos esto en manos del destino"

Es rara cuando se pone en plan poeta misteriosa.

-Anders-la voz del entrenador irrumpe en los vestidores turbando mis pensamientos. Termino de atar las agujetas de mi calzado y me coloco de pie. Ya tengo parte del uniforme puesto, me faltan los protectores de las rodillas y el característico casco.

-¿Cómo te sientes?-pregunta acercándose a mí.

Lo pensé.

-Nervioso, pero bien.

Sin duda mis condiciones físicas han mejorado solo un poco gracias al intenso entrenamiento. Me siento como un propulsor lleno de energía, pero que estaba a punto de sufrir un desperfecto gracias a los nervios. Quizás si le digo eso todos girarían a mirarme con cara de ¿Qué le sucede? Así que me limité a darle una respuesta sencilla como la anterior. Ellos no se complican las mentes con figuras retóricas como yo, si quieres comunicarte con ellos utiliza términos básicos. Dos semanas de evaluación no fueron en vano, e incluso pude aprender mucho sobre ellos y el mundo del deporte.

AnDrew.Where stories live. Discover now