Cap 8

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Miguel Ángel estaba caminado por las alcantarillas, pateaba cada cosa que se encontrará como piedras, latas, incluso el agua de los charcos de las alcantarillas. No entendía, por que su relación con Shinigami iba tan mal, antes no era así. Siempre estaban comiendo palomitas, jugando y relajándose, pareciera que ya nada de eso le interesara. Ya nada era como antes, no sólo su relación, pronto toda su vida cambiaría. Ya no sería más el pequeño de la familia, ahora vendría otro. Ya no pasaría más tiempo con su hermano mayor; el estaría muy ocupado con su prometida, si ahora que era su prometida no lo veía como será cuando estén casados. Incluyendo el hecho de que ellos también formarán una familia. Y no hablemos de Leonardo; el no tenía tiempo, él tenía que entrenar para volverse un mejor sensei.

-¡¿Por qué todo tiene que cambiar?!-exclamó Mikey al vacío de las alcantarillas. Mientras pateaba otra lata. Continúa caminando, no sabía qué hacer parecía que nada volvería a ser lo mismo. Ya no habría luchas por el control remoto, no más fiestas de pizza, ni siquiera noches de películas. -¡Primero Leo se fue más de 3 años! ¡Donatello tendrá un hijo! ¡Rafael se casara! ¡Y Miwa sale con es inútil!

-Odio el cambio.- dijo en susurro. -Te necesito, padre. -dijo entre sus lamentos.

-Entiendo por lo que pasas,Mikey.- Mikey se alarmó al escuchar que alguien lo escucho decir todo eso. Mikey no quería verle la cara a la persona, no quería volver ver eso ojos. Eso ojos solo ocasionarían más confusión.

-¿Qué haces aquí? -dijo Mikey fríamente.-Creí que el tiempo era todo para ti.

-Nunca lo es para ayudar a un amigo en problemas.- dijo tiernamente, mientras extendía sus brazos par darle un abrazo a su amigo. Mikey no pudo más y aceptó el abrazo. La había extrañado tanto, entendió que tal vez no serían nada en el pasado, presente o futuro. Pero se alegraba en tenerla aunque fuera unos minutos.

-No te vuelva a ir, Renet.-dijo Mikey

-Sabes que no puedo prometer eso. - dijo Renet mientras trataba de verle lo ojos, pero no podía, ella seguía teniendo 16 años.Y el ya no era el mismo niño de 15, ya era un hombre de 21 años, era mucho más alto y con mayor masa muscular. Mikey trató de verle la cara, por desgracias volvió a caer en esos ojos. Tan hermosos que tenia, los mismos que hicieron noches de insomnio, por recordarlos.

Miguel Ángel quiso acercarse más al rostro de Renet, pero esta lo detuvo.-Mikey, bien sabes lo que opino.

-Lo sé, pero... ¿Qué tantos años nos llevamos en el futuro?-preguntó Mikey con intriga.

-Mikey, hoy,  justamente hoy. Mis padres se conocieron. -dijo Renet con un tono de gracia.

-¡¿Qué?!-exclamó Mikey.- ¡¿Cuánto tiempo falta para que nazcas?!

-Solo te preguntaré. ¿Qué tanto deseas sobrinos?-dijo Renet.

-No mucho que digamos...no es que no me agrade la idea. Pero no estoy al cien con esto.-dijo Mikey un tanto inseguro.

-Cuando anuncien la llegada de tu segunda sobrina, significará que ya abre sido deseada por mis padres. -dijo Renet con un tono de misterio. Esta respuesta no dejó muy satisfecho a Mikey, esto lo pudo notar Renet.

-¿Quieres conocer a mis padres?-preguntó Renet. -Mejor dicho, ver cómo se conocieron...¡Espera! ¡Conocerán!...¡Agh!¡Odio esto en los viajes en tiempo!...¿Si vienes?-preguntó amablemente.

Mikey no pudo evitar ver eso hermosos ojos y suspirar. -Claro.

En la guarida de las tortugas:

-¡Qué bien la tenías escondida, Leonardo!-dijo Donatello. -¡Una novia, científica!¡No suena mucho tu tipo! -dijo con gracia.

-¿Por qué lo dices?-preguntó Leonardo un tanto crédulo. Rafael tomó la palabra mientras dejaba de lado su bebida.- Por Dios, Leo. Todos creímos que terminarías con Ka...a.-no pudo terminar la frase, ya que tenía la mirada perdida. Como si hubiera visto a la misma muerte. Leo noto esto así que volteo a ver de qué se trataba, Donatello hizo lo mismo.

¿Madurar? ¡Ni que fuera fruta! Where stories live. Discover now