Amar a Otabek en 7 días

Héroe / OtaOso (26)

EL HÉROE Y UN OSO

Cuando Otabek Altin decidió en su niñez dar todo de sí para convertirse en un patinador artístico que pudiera ganarse el respeto de otros, jamás llegó a pensar en ser reconocido como un héroe kazajo. Sin embargo la vida estaba siendo buena con él, y finalmente después de tanto esfuerzo, lágrimas y gritos ahogados, todo iba yendo bien para sí mismo.

Nada en su vida había sido fácil, y es que hasta encontrar su propio estilo había sido tan complicado, pero lo tenía, y era lo más hermoso observar, sus rutinas repletas de fuerza que emanan esa sensualidad que desborda masculinidad.

Altin se encontraba en una cafetería, lugar que decidió el más correcto para grabar su agradecimiento al pueblo kazajo y obviamente pedir su apoyo. Nunca había sido muy amigo de las redes, pero en estos casos veía necesario ser agradecido.
Otabek altin estaba dentro del Grand Prix, y ya no eran solo él y su motocicleta, su club de fans quiso obsequiarle algo similar a él, y fue así que acabó con un oso de peluche en sus manos. Y es que un oso parece ser lo más tierno y tranquilo en este mundo, hasta que alguien decide acercarse demasiado y hacerlo enojar, y así era el héroe, por un lado un tipo serio de pocos amigos, por otro, una gran persona con aquellos que se daban la oportunidad de conocerlo.

Claro que él no se daba cuenta de aquella similitud, y es que quizá era tan modesto, que no lograba ver todo lo increíblemente bueno que era.
Del otro lado, en sus monitores o celulares, las personas observaban a un kazajo de pequeña sonrisa, con un oso a su lado, dar un pequeño discurso con un nerviosismo que era opacado  totalmente por aquella voz grave.