El fantasma del queso.

1 0 0
                                    


Al final no hice nada, me quedé llorando en el baño como un imbécil, pensando en todas aquellas cosas que iba a perderme.

-- sal, vamos.

Levante mi cabeza para ver de dónde salía aquella voz, otra vez las voces, pero por primera vez podía verle. Era alto, unos 1,80 cm tal vez, pelo negro, sus rasgos eran un poco más difíciles de identificar, tal vez hasta era asiático y yo ni podía verlo.

-- has llegado a buena hora.

Bromee, levantándome del suelo, yendo hacia la puerta para salir.

-- nunca lo olvidaran, ¿lo sabes?

-- yo nunca olvidaré los hijos de puta que han sido. 

Estoy enfermo, no estúpidoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ