Mi mejor amigo.

1 0 0
                                    


-- ¿qué pasa?

Le pregunte en un tono irónico, mirándole con la misma profundidad, intentaba no parpadear solo para ponerla nerviosa.

-- veo fantasmas.

Su voz parecía ir desvaneciendo a cada palabra, yo simplemente rodé los ojos, llevando mi mirada a la mujer que me había traído a este loquero.

-- ¿has escuchado lo que ha dicho?

Apunte con mi dedo a la chica, mientras la veía increyente de sus palabras. Pero no obtuve, ningún tipo de respuesta. Recargue entonces mi espalda contra la silla, subiendo mi mirar al techo, hasta el techo era feo, colores claros manchados, ¿no es preferible utilizar una pintura oscura? así al menos no se notaría tanto la...¿diferencia? no, no, no es eso, es el paso del tiempo, tal vez inclusive ese color feo, en realidad es bellísimo, ya que implica el paso de la vida misma, como nosotros mismos envejecemos, y nos volvemos otras personas; igual los objetos en nuestro alrededor, la mesa que envejece, la pintura que se cae, las manchas marrones o negras, son todos rastros de que el tiempo pasa, es curioso, ¿somos realmente conscientes de como pasa el tiempo?, sino fuera porque el sol se oculta, no nos damos ni cuenta de cómo se nos van las horas y minutos, no somos ni conscientes de cómo vamos perdiendo nuestras facultades, principalmente de memoria, o en qué momento empezamos a crecer, sino fuera por las fotos, y algún que otro recuerdo; sería capaz de decir que he tenido esta edad durante toda mi vida, he sido joven siempre, no puedo recordar mi vida de infante, ¿soy alguna especie de robot? joajana, que gracioso soy.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz que pronunciaba mi nombre, me levante de la silla para así ir hacia aquel cubículo, en donde se encontraría el doctor que de ahora en adelante se encargaría de "mi."

No era impresionante, de hecho, todo lo contrario, parecía el sujeto más común jamás visto. En primer lugar, parecía judío, no lo digo como algo malo, pero creo que más de uno ha visto a alguien, y ha pensado que religión es. Como cuando ves un emo y piensas que es un ateo cuya afición es cortarse las venas y escuchar a Mi Chemical Romance. Tenía una barba larga, bueno...un poco, más o menos...una bata, bueno, eso era obvio.

-- ¿Ya estás pensando estupideces?

Gire mi cabeza para ver al mismo de siempre, mientras le dedicaba una sonrisa.

-- Si.

Le respondí con voz firme, para volver a fijar mi mirada en el medico; continuando con la descripción, unos 1,75 m, lentes de esos de "hípsters", pero, sobre todo, cara de mucha, mucha, mala hostia.

-- Tú tienes depresión.

Me vio directamente, e ignore sus palabras, ¿qué es alguna clase de mago que puede saber que tiene la gente sin ningún tipo de estudio o más?

-- o tal vez el neurólogo se ha chivado.

Otra vez, interrumpiendo mis pensamientos.

-- ¿a el que más le da?

Moví mis hombros sin darle mayor importancia.

-- ¿No lo ves? Eres más tonto de lo que pensaba.

-- Sin insultar eh.

Los veía hablar, aunque me sentía como cuando estas bajo el agua, puedes escuchar que hablan, sabes que están hablando y que algo a tu alrededor sucede, pero no puedes deducir bien que es, tal vez, estaba demasiado distraído con aquella voz constante, y con su figura como para darme cuenta o acordarme de cosas que tal vez; habrían cambiado mi futuro para siempre.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 16, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Estoy enfermo, no estúpidoWhere stories live. Discover now