Kiva + Vampire

Capítulo 4: Los acosadores

Yukari: Wataru-san, ¿qué estás haciendo?- Preguntó con curiosidad mientras miraba como Wataru desenterrar algunos hongos, hierbas y otras cosas para luego guardarlos en una caja de plástico que trajo consigo.

Ella junto a Wataru, Moka y Kurumu estaban en el bosque de la escuela, donde las chicas miraban como el chico se había subido las mangas hasta el codo y había cavado en la tierra con una pala para sacar los hongos y no dañarlas.

Wataru: Recolectando ingredientes.-Contesto sin apartar la vista del botín que obtuvo.

Yukari ¿Quieres hacer una poción?- Pregunto mientras miraba al chico con una sonrisa. Ella penso que tal vez Wataru tenga un interés en la magia.

Wataru: No es para una opción, sino para un barniz de Violín.

Kurumu: ¿Barniz?

Moka: Wataru-kun no solo toca violines, sino que también los hace.- Explicó Moka y tanto Kurumu como Yukari la miraron sorprendidas antes de girarse al chico.

Ellas no esperaban que el también supiera hacer violines, pues en una ocasión pidieron que tocara un poco y quedaron maravilladas por la melodía. ¿Cuántos talentos poseía Wataru, quien ya es un gran musico?

Después de llenar el cubo, Wataru sonrió con satisfacción mientras miraba todo lo que tenía.

Wataru: Esto debería ser suficiente.-Dijo con una sonrisa ya teniendo una idea de como mezclarlos con lo que tiene.

Yukari: ¿Necesitas ayuda con ese barniz?

Wataru: No, puedo hacer esto por mi cuenta. Pero gracias por querer ayudarme.-Contesto mientras se llevó el cubo y se giró a sus amigos: Hasta mañana.

Las tres chicas lo observaron como el chico se fue alejando y en eso la peli celeste se giro a la vampira.

Kurumu: Oye, Moka, ¿sabes dónde vive Wataru?-Pregunto con curiosidad, pues había tratado de buscarlo en los dormitorios, pero su nombre no estaba en la lista.

Moka: Pues~, Wataru-kun vive fuera del campus.- Contesto lo más simple que pudo, ya que ella sabía donde vive Wataru, pero dudaba que alguien le creyera. Ella nunca lo hubiera creído sino hubiera visto el [Castle Doran] con sus propios ojos.

Luego de un rato, la tres decidieron volver a sus dormitorios para descansar y estar listas para el próximo día.

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-Al día siguiente-

Dentro del castillo viviente, se podía ver a Wataru junto a sus guardianes y Kivat tomando el desayuno. El desayuno del día de hoy para ellos era tostado con huevo frito y un vaso de jugo de naranja, lo cual es considerado el desayuno perfecto.

Todos comían en silencio disfrutando de su comida. No era raro de que de vez en cuando hubiera silencio en la mesa, pero había alguien que no le gustaba mucho el silencio y decidido romperlo.

Midori: Así que...ya llevamos un mes aquí ¿Verdad?

Rikki: El tiempo pasa rápido.- Dijo asintiendo con su compañera.

Jiro: Y muchas cosas han pasado ¿Verdad, Wataru-sama?-Dijo mirando de reojo al chico castaño.

Wataru: H-Hai.-Contesto mientras recordaba los sucesos del primer mes.

Desde el día que salvo a Yukari, muchas cosas pasaron. Ahora pasaba tiempo con las tres chicas, donde Moka quería de vez en cuando chuparle la sangre, algo que al él no le molestaba, aunque le preocupaba el hecho de que se quede con poca sangre estos días y podría llegar a darle anemia. Sin embargo, ella también se la pasaba el día conversando con él y eso le agradaba, pues era un ambiente pacífico.