Javier Scotpon

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El grupo logra retomar el rumbo hacía la carretera, caminan sin parar mientras ven al fondo las luces de algunos autos pasar, pero algo no parece tener sentido. Caminan en linea recta pero no logran avanzar, la carretera sigue viéndose igual de lejana. La situación se vuelve angustiante para todos, no entienden en que lugar se han ido a meter. De pronto, el estrés parece superar a Alexia, esta entra en un estado de paranoia y piensa que los demás le están tendiendo una trampa. Amenaza a todos con el hacha y se ven envueltos en un pequeño enfrentamiento, pero Pedro logra desarmarla y neutralizarla antes de que alcance a dañar a alguien. Denis se molesta por la actitud egocéntrica y egoísta de Alexia y la increpa duramente.

—Ten la certeza Alexia, de que si murieras hoy día, todos te van a recordar como una de las personas mas despreciables que ha pisado la tierra. Estoy seguro que ni siquiera te importa tu hermana, porque no te veo ni un poco preocupada por encontrarla. Y de hecho, estoy pensando que hasta te alegraría que desapareciera solo para no tener que seguir "cuidándola", o más bien cuidando tu propia imagen. Solo eres una egoísta que jamás será capaz de ver más allá de sus narices —sentencia duramente Denis, antes de que sigan caminando.

Alexia enmudece por un buen rato, muchas sensaciones dan vueltas en su interior, pero aún no sabe descifrarlas. De pronto, la carretera parece estar mas cerca y le temperatura baja abruptamente. Gigi comienza a quejarse constantemente de que está sintiendo demasiado frio, hasta que finalmente Pedro le pasa su chaqueta para que se abrigue. Este acto llama la atención de Alexia de inmediato, quedando profundamente desconcertada.

Por fin logran llegar a la carretera, tras unos minutos divisan que se acerca un solitario auto. Denis comienza a hacer señas con la linterna. Parece ser un rayo de esperanza mezclado con las vibras del rock'n'roll. Se detiene frente a ellos un auto rojo con las llantas gastadas y unos dados aterciopelados decorando la antena de la radio. El conductor, Javier Scotpon, es un personaje realmente extravagante, debe bordear los 35 años, está bien afeitado pero ha dejado crecer sus patillas hasta parecer un Elvis Presley.

—Mala hora para pedir un aventón —exclama mientras tira su cigarro a la carretera.

Los chicos entran a su auto rápidamente y solo le piden salir cuanto antes de allí. Cualquier otra persona quizá se hubiera intimidado ante tal grupo de jóvenes maltrechos a esas horas de la noche, pero Javier no. Él es el tipo de yonqui que siempre carga un arma por las dudas.

El grupo se alegra de por fin poder escapar de todo este horror, pero alguien parece no ir cómoda con la situación. Alexia mira pensativa por la ventana como quedan tras ella tantas preguntas sin responder, incluso una parte de ella misma siente que muere para poder salvarse. Extrañamente, esta horrible sensación de estar al borde de la muerte le ha hecho pensar en quien es ella realmente, y tras mirarse en el espejo una vez más, lograr por fin encontrar en ella misma lo que le hacía falta. De pronto, ve pasar por un costado a una mujer.

—¡Es ella, la novia de la carretera! —exclama Alexia.

Denis y Pedro que también la habían visto, saben que está en lo correcto, pero para este punto, están tan aterrados que solo quieren escapar cuanto antes. Aún así, algo nuevo en Alexia ha comenzado a emerger y grita con fuerza que paren el auto. Javier sin complicarse demasiado se detiene. Denis sorprendido le pregunta que pretende hacer, pues a cualquiera le parecería una locura volver al infierno cuando acabas de salvarte por lo pelos.

—No puedo irme ahora —exclama con seguridad Alexia—. No puedo dejar a esa mujer aquí, ni tampoco a Angela. No podría seguir viviendo sabiendo que abandoné a mi propia hermana en este lugar. Sé que he sido cobarde y una mala persona la mayor parte del tiempo, pero esta es mi redención. Si tengo que morir esta noche entonces lo haré peleando como una heroína.

Seguido de esa declaración, Alexia coge el hacha nuevamente y se baja del auto ella sola. Por primera vez, estaba tomando una decisión noble. Pero aún mas extraño era que no había obligado a Gigi a seguirla. Aún así, al mirar a su costado ella estaba allí. Sin entender la razón, Alexia pregunta a Gigi porque se ha bajado del auto. Ya no quiere que se sienta obligada a seguirla a todas partes, porque de hecho nunca lo había estado. Gigi revela que ha visto en ella un acto de genuina bondad, por lo tanto promete que si no la abandonó antes tampoco lo hará ahora. Aunque eso suena bello, realmente es solo la versión que Gigi dijo para quedar bien, porque la verdad es que solo se había bajado del auto por inercia, casi como un acto reflejo. De hecho, si pudiera se volvería a subir ahora mismo y se iría. De todos modos, Alexia cree todo y las dos amigas se abrasan en un acto de reconciliación. 

¡Muere de una vez!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora