♢Prologo.♢

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Miro a todos en la secundaria, es hora del almuerzo, pero estoy sola en un asiento, apartada de todos. Hoy mi mente está en otro mundo y me pregunto varias veces si necesito pedir ayuda de nuevo. ¿Dejaré que me salven? ¿Daría una última oportunidad? ¿Me ayudarán? Con esas preguntas en mente miro hacia la persona que me estuvo más para mí, luego de Blake. Es Benjamín, mi ex mejor amigo.

Está con sus amigos Kyle un moreno de ojos azules, Josie un chico tímido y reservado su tez es clara y sus ojos son negros, sinceramente no sé por qué se junta con ellos, él no era malo conmigo, pero se dejaba llevar de Kyle. Lo que más me molesta es que Benjamín los haya preferido a ellos cuando él sabía que yo lo necesitaba luego de lo de Blake, por eso me aleje por completo y más porque los chicos descubrieron que Benjamín es gay y lo amenazaron con eso. Bueno Kyle lo hizo.

Dejo mi almuerzo a un lado, no tenía hambre. Camino lentamente hacia él, sé que es un error porque él me ha hecho daño también. Pero tal vez sea la única que pueda ayudarme. Llegó me ​​mira con una ceja levantada y me arrepiento, pero decido pedir un minuto de su tiempo para hablar a solas.

Sus amigos me ven con odio, más Kyler. No sé que tan mal le hice para que me odie de esa forma. Pero aun así Ben los prefirió. Josie no me mira esta concentrado en su teléfono hablando con alguien.

Suspiro.

- H-hola, Benjamín - Juego con mis manos y sonrió un poco -¿Tienes un minuto? Necesito hablar contigo a solas.-

-Oh, Hola Ahren. Que raro que vengas a hablarme, ahora estoy algo ocupado - Noto algo de emoción en su voz, Kyler carraspea haciendo que Ben lo mire y Kyler le da una mirada advertencia- No tengo tiempo para ti, lo siento.-Me mira y noto un poco de tristeza en su mirada.

Y bien, esa fue mi charla más larga con él, nótese el sarcasmo.

Asiento y no digo nada, quiero largarme a llorar intenté una segunda oportunidad y así sale. Salgo del comedor hacia el patio corro hasta debajo de las gradas, me siento en el piso y lloró, lloro por todo y nada.

¿Por qué no intento buscar ayuda en alguien más? Pues bien, lo intenté, pero nadie quiso ayudarme, él era mi última esperanza.

Siento como alguien se sienta en las gradas, justo arriba de donde estoy, noto que es un chico por sus zapatos, me calló para que no me escuche llorar.

- Sabes, dicen que es mejor compartir tu dolor con alguien para que no sea tan pesado para ti.

Lo escucho decir, no sé si habla conmigo o por teléfono, ya que no hay nadie más aquí.

Baja su cabeza y mira hacia donde estoy, es un chico muy bonito, ojos grises, cabello negro, un rostro muy perfecto, piel pálida y un buen cuerpo, sus hoyuelos se marcan cuando me sonríe amable. Limpio mis lágrimas algo apenada.

- No soy fan de ser una carga para los demás, yo pienso en que si es mi dolor debo llevarlo solo yo.

Hablo cabizbaja.

Él se ríe y niega, luego desaparece de mi visión, suspiro pensando que se fue, pero luego lo siento sentarse a mi lado, había bajado.

- No me gusta como piensas, yo pensaba así, pero créeme es mejor hablar abiertamente con alguien sobre lo que sientes, alguien que si quiera escucharte.

Su mirada escanea la mía y me siento muy observada, y no me gusta tanto, nunca había sido observada, no era nadie. Me encojo de hombros y rio sin ganas.

- Pero a nadie le importa lo que sientes, todos están preocupados por sus propios problemas, y aunque intentes que alguien te escuche no lo hacen.

HuracánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora