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La pelirrubia miraba el techo mientras pasaban mil cosas por su cabeza, ella estaba tendida sobre la cama y el pelirrojo estaba quitando un trapo mojado sobre su cabeza y escurriendo el agua en un recipiente.
Alastor: Dime, querida... ¿Qué soñaste?- Preguntó con suavidad.
Charlie finalmente salió de sus pensamientos volteando a ver a su esposo, desde que él le anda aplicando trapos mojados en su frente para calmar un poco su calentura ella no ha dicho nada y había despertado bastante asustada. Nuestra protagonista no sabía como empezar... ¿Cómo le dices a alguien que soñaste con un hijo imaginario suyo?.
Charlie: Bueno... Pues, soñé que una niña intentaba despertarme y lo logró, ella se parecía mucho a nosotros dos y la verdad es que era nuestra hija.
Alastor: ... Vaya, que sueño más curioso, pero sólo era un sueño
Charlie: Sí, sólo un sueño...
Charlie al final insistió que estaba bien y Alastor la dejó tranquila, ella se levantó de la cama y fue por algo de comer, su estómago rugía por comida, mientras comía pensaba en aquella niña, producto de su imaginación, era muy hermosa y adorable... La había asustado en el sueño pero en realidad no sería mala idea tener un niño al que criar y ser una familia feliz y de fantasía en el infierno, un mundo dónde están los seres más despiadados que hay, además de que por obligación debe tener un hijo como sucesor al trono... Ah, prefería no pensar en eso justo ahora, tiene que enfocarse en el presente.
Eso sí, si en algún momento llega a tener una niña no dudaría en colocarle Alysse, es un bello nombre para una criaturita.
Charlie: Que ingeniosa eres, Charlie- Se alagó a sí misma.
