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Vaggie sonrió al ver la escena, palmeó la espalda de su amiga y se despidió de la pareja, entraba y salía de esa casa como si fuera la suya, por ahora ninguno tenía problema con eso

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Vaggie sonrió al ver la escena, palmeó la espalda de su amiga y se despidió de la pareja, entraba y salía de esa casa como si fuera la suya, por ahora ninguno tenía problema con eso.

-¿Qué sucede cariño?.-Preguntó Alastor preocupado al ver a Charlie ponerse... nerviosa.

-N-nada...-Musitó, sus mejillas enrojecieron al sentir una mano ajena acariciar su mejilla, esta rápidamente se excusó y se fue casi corriendo.

Alastor rio por lo bajo con sus brazos detrás de su espalda mirando la puerta por donde hace unos segundos había salido la reina, sabe claramente lo que sucedía pero por el momento no quería molestarla con eso.

...

Ya pasaron horas desde lo sucedido y Alastor se siente observado mientras cocina su plato favorito para ambos, sabe quién es pero le causa gracia molestar a Charlie, el venado gira su cabeza para ver a la fémina por la puerta abierta de la cocina, estaba en un sillón "leyendo".

-Cariño, tengo ojos en la espalda.-Dijo carismático y divertido ensanchando su sonrisa, provocando que sus ojos se achinaran.

-M-mmm...-Charlie se hizo la desatendida y elevó el libro que estaba en sus manos para tapar más su rostro.

En cuestión de media hora más el venado sacó dos platos humeantes que posó en el comedor, claro que seguido de cubiertos y dos vasos con jugo, llamó a la pelirrubia quién no tardó en acercarse, el olor a comida inundó sus fosas nasales, Alastor corrió la silla para que la fémina tomara asiento y después se sentó él, no empezó a comer hasta que Charlie diera el primer bocado.

-Mhmmm... Alastor, esto está delicioso.-Dijo la mayor masticando un poco entre palabras, después se disculpó con una tímida sonrisa y continuó comiendo bajo la atenta mirada del venado, eso la ponía nerviosa.

-¡Claro que lo está!.-Contestó alegre-. Mi madre siempre me ayudó a perfeccionar la receta.

Charlie observó curiosa a su esposo al mencionar a su madre, uno de sus cachetes estaba inflado por tener comida dentro de su boca, terminó de masticar y pensaba en cómo preguntarle... después de todo es la primera vez que Al le cuenta algo de su vida humana.

-Al... ¿Puedo preguntarte algo sobre tu vida anterior...?-Preguntó temerosa de la respuesta, Alastor entrecerró un poco los ojos pero su sonrisa no se borró.

-Depende de lo que me vayas a preguntar, dulzura.-Amablemente respondió mientras apoyaba su rostro en un puño, su codo estaba apoyado en la mesa, este por su parte ya dejó de comer.

-Bueno... quería preguntarte... ¿Cómo fue tu madre? ¿Eras feliz con ella?.-Preguntó sin rodeos.

-Hmmm, sí, lo era y mucho, ella siempre me cuidó y siempre fue una mujer fuerte...-Ahora estaba nostálgico, Charlie se preocupó pero él dijo que no importaba-. Tuve un padre que nos abandonó apenas yo era un niño pero ella siempre mostró una sonrisa y siguió adelante, me mostró muchas cosas, lo bueno de la vida y a no dejarme decaer por nada, eso sí, muchas veces en las noches la escuchaba llorar encerrada en su habitación y despertaba como si nada, ella al final murió de un cáncer.-

Charlie se sintió apenada y posó una mano sobre la del venado, mostrando su apoyo.

-Bueno, ¡A comer!.-Cambió de tema de forma repentina y nuevamente agarró su cubierto para terminar de comer, ahora Charlie no dejaba de mirarlo.

-(Al...)




Sweet As Honey (Charlastor)Where stories live. Discover now