Siempre hay un camino de vuelta.

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-¿Qué haces aún en la cama?- Sara subió la persiana y el cuarto se llenó de luz - Venga dormilona, que son las dos de la tarde.

Intenté insultarla desde debajo de mi edredón pero lo único que salió de mi garganta fue un intento de gruñido y una peste a tequila que casi me hizo vomitar.

-Joder Carla, métete en la ducha  y llévate las sábanas contigo que apestan. Vaya ciego te pillaste ayer en la fiesta- Mi mente ni siquiera procesaba lo que me estaba diciendo, pero escuché lo de la fiesta y me vino un flashback a mi cabeza.

Estaba bailando encima de una mesa con una corbata en la cabeza, ¿de quién narices era esa corbata?, mientras hacía una imitación de Rocío. Oh, dios mio...Aunque debo de darme el crédito de haber hecho una imitación de diez.

Me senté al borde de la cama, aún tapándome con el edredón. Cogí el móvil de la mesita y vi 150 whatsapps y 9 llamadas perdidas, la mayoría de Rocío. Preferí volver a dejar el móvil y beberme el agua con la aspirina que Sara me había traído. Adoro a esta mujer.

Hice un esfuerzo monumental para arrastrarme hasta la cocina, necesitaba comer algo. Nada más entrar por la puerta Sara me miró y empezó a reírse.

-¿De qué te ríes?- intenté poner voz de indignada.

-De la que liaste ayer- me contestó riéndose aún más y pasándome su móvil. - Vas a tener que llamarla para pedirla perdón.

Era un vídeo de Rocío dando su brindis de agradecimiento:

-Y sobretodo quiero daros las gracias porque sin todos vosotros esto no hubiera sido posible. En especial a mis padres, que los adoro y a mi novio Luis, que desde el comienzo de nuestra relación, hace ya 6 años, siempre me ha apoyado. Te quiero mucho.-  Todo el mundo aplaudía y se escuchaban los ohhhhhhh. 

-¿Por qué me enseñas esto? es otro vídeo más de la petarda haciéndonos ver lo maravillosa que es su vida sin nosotras- Le devolví el móvil a Sara. Necesitaba galletas dinosaurio urgente. Sí, sé que son para niños pero son mis preferidas.- Ya tengo el estómago suficientemente revuelto. No necesito otra dosis de doña perfecta y no veo entiendo encima a qué viene eso de pedirla perdón.

-¿En serio, no te acuerdas?- la miré intrigada. No me acordaba de nada a partir de la quinta copa.- ¿Nada? jajaja entonces estás apunto de ver el inicio de tu declive de anoche.- Me puso el móvil delante mientras me comía la tercera galleta, y le dio al play.

Después de su brindis y todos los ohhh, Luis subió al escenario con un gran ramo de rosas rojas, se lo entregó a Rocío y se puso de rodillas...

-ME CAGO EN LA PUTA,  ¿también se va a casar?. ¿Pero qué demonios pasa con esta mujer?- OH DIOS MIO, ESA ES MI VOZ... no espera, seguro que no.

De repente todos miran a una esquina y oh, mierda. Sí, era yo.

Definitivamente era yo, con un pedo monumental y con un tacón en la mano agitándolo mientras me hacía hueco hasta Rocío y Luis.

-Por favor Sara, dime que no hice nada más- La miré suplicando pero con su risa me confirmó que había más.

Cuando llegué a donde estaban, al intentar subir el escalón del escenario, me caí enseñando mis bragas de abuela a todos los presentes. Para una vez que me ponía vestido, está claro que no fue de mis mejores ideas.

-Mierda, en mi defensa diré que estoy con la regla y esas bragas están subestimadas.- Sara no podía parar de reírse. Le fui a devolver el móvil pero me contestó con una simple negación con la cabeza. ¿En serio? ¿Hice más el ridículo? genial... al menos ahora entendía por qué me dolía la rodilla izquierda.

Como la vida misma.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن