Escritos de una mente perturbada

Escrito desde la decepción

Escrito desde la decepción.

He crecido rodeada de grandes amores, de amores muy profundos y de largos años, teniendo esa idea de lo que busco; he crecido en amores llenos de tintos, llenos de felicidades y con pocas tristezas.

Aprendí a amar desde muy chica, amo a la vida, amo la libertad y tengo fe en personas desconocidas, amo en silencio, amo sin que sepan que amo.

Siempre he tenido esta idea de que en mi vida no me toca ser amada, no me toca ser feliz en compañía alguna. Me acostumbré a amores medianos que aún no salen de un ciclo o amores superficiales que no ven mi belleza, ni siquiera la interna.

Me acostumbré a dejar a mis hombres para que cuando vuelvan yo les rechace porque, es cuando la vida lo desee, no cuando un imbécil se lo proponga.

La vida me ha demostrado que hagas lo que hagas no le importará a las personas que no son las adecuadas

Me acostumbré a poner adelante a la persona de turno, a poner su comodidad y a ser un puente, ese puente a la felicidad ajena.

Me acostumbré a no ser amada, a no ser notada, a no esperar nada, a ser desplazada; nadie me seguirá, nadie notará lo mucho que puedo amar.

Crecí en una familia de amor, donde tal vez les faltó inculcar un poco el amarse así mismo, a veces me amo, a veces me odio. Puedo decir con seguridad que aunque esté rota amo a mil por hora, reparo a los demás y luego sigo mi camino.

Este escrito es un gran retroceso.

Cualquiera que me lea pensará, "que niña tan masoquista", yo solo pienso que me gustaría no estar tan loca, ser prioridad por primera vez para alguien, me gustaría que ese presentimiento de que en esta vida la soledad estará en mi último aliento sea disipado por un amor que comprenda que deseo felicidad, deseo estar bien, deseo no ser la otra.

Voy por la vida diciéndole a mis amores que me hagan feliz mientras dure pero siempre, siempre hacen algo que me lastima hasta el hueso, soy muy voluble, estoy muy trastornada.

Decir que el amor no es para mi es mentir, amo al amor, amo mucho, amo hasta a mis enemigos... Solo creo que en esta vida de chica vino no tocaré el corazón de nadie, seré solo historias que muchos dirán, seré la chica rota que lloraba de noche y sonreía de día... Seré la buena cama y química que han tenido, siempre seré lo que les gustaría pero no quieren tener.