Martirio

1.8K 0 0
                                    

Martirio.

Tengo un gran dolor en el pecho, me duele mis huesos y el caminar es un martirio.

Estas a mi lado pero me siento solo, solo siento el rechazo de tu corazón, ¿por qué no me diste la oportunidad de demostrar el amor que siento? Aún no lo sé. Quiero emborracharme y llorar con muchas botellas de vino que recordarán tu nombre.

Deseo tenerte en mi piel pero ¡maldita sea! , no puedo tenerte y debo estar allí. Sonriendo, lastimado en el agobio de querer besar tus labios que jamás serán mios.

Ser fuerte porque todos me dicen que mi mente falló y mi corazón se ha lastimado solo. Aquí estaba yo solo para ti, pero no.

Quiero emborracharme y no tengo dinero para comprar una maldita botella, donde puede que con ella maldiga tu nombre y al final rompa contra el suelo cuando esté muy ebrio.

Entiendo que no te quedaras pero que aún te sientas en el comedor a cenar, duermes a mi lado y a veces me das sexo.

Entiendo tu estancia pero no entiendo por qué te fuiste y me dejaste solo con este dolor, entiendo que siempre fuiste mi amiga y mis cartas de amor le incentivarán a todo.

Me duele porque no te digo que te amo pero lo hago, me duele porque sonreír cansa, llorar agota, hacer ejercicios me harta.

Si no me buscas no voy, si no te cocino no comes. Coqueteas con todos, yo solo coqueteo con la vida, mientras por las noches sueño con actitudes inexistentes, con palabras que no fueron dichas y con muchas cosas que con el paso del tiempo de esfumaron.

Nunca fuiste mía y yo fui tan tuyo... Besando pecas, amando ojos  y acariciando piel pálida... Me dueles, me muero, me fumo un porro a tu nombre mientras tú en la esquina te enciendes un cigarrillo leyendo un libro.

Cualquiera diría que somos parejas, que fuimos algo pero nuestras almas ya viejas rechazan lo que significa explicar algo que existió pero fue efímero, nada pasó.

Te me vas con el paso del día y temo perderte en las noches... Estar a tu lado y no poder usarte, arde como el infierno en el que estoy viviendo.

El frío de tu cuerpo y lo tieso de tu rostro,    ¡muerte, es lo que exijo!.

Escritos de una mente perturbadaWhere stories live. Discover now