Enero

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Otra vez empezar.
Mi madre estaba enojada, porque nos habían llamado a una asamblea de padres y estudiantes para discutir el reglamento del colegio, si, a ella y a mi, una de las estudiantes más destacadas de todo el colegio, obvio, destaqué, pero no para bien.
Allí estaban Luz y su madre, desde que ocurrió todo lo del problema nuestras madres y nosotras nos odiábamos.
Bueno, al final pase a once, así que mi año había sido exitoso, el de Luz no tanto, ya que ella tuvo que repetir el año, o eso se rumorea.
Ver el colegio vacío me provoca cierta nostalgia y miedo, porque normalmente suele ser muy ruidoso.
Mis padres no estaban tan enojados conmigo, y este año sería el mejor de mi vida, y me lo había prometido a mí misma, nada de desilusiones.
Había conseguido hablar con Josh, le había contado que estaba castigada y todo el rollo que mis padres habían dado. El lo entendió, por supuesto, así que hablábamos cada vez que podíamos, bueno, que yo podía.
Ya casi íbamos a entrar al colegio de nuevo, aunque enero es el mes mas eterno del año, en menos de nada estaba volviendo al colegio.
Esta vez seria una nueva etapa, seríamos los mas grandes del colegio. Esta vez estaba dispuesta a darlo todo de mi por hacer que este año fuera el mejor.
Pero claro, estaba ansiosa, y, ¿como no estarlo? Volvería a ver a Josh, de solo pensarlo mi estómago se revolvía, pero en buena manera.
Cuando apenas pudimos compramos los útiles con mi madre -aunque en realidad solo eran unos cuantos cuadernos-.
Entré a estudiar a finales de enero.
Había una fila de profesores en frente de nosotros, estábamos formando, lo que quería decir que los profesores nos daban algún comunicado.
-Bienvenidos sean de nuevo a esta institución, hay algunas caras familiares y otras que afortunadamente tenemos el honor de tenerlos en nuestra institución.- decía la coordinadora de convivencia del colegio, una mujer de 59 años, este año se iba a jubilar, iba a salir con nosotros, nadie la quería en el colegio, tenía el cabello castaño oscuro, le llegaba hasta sus hombros, era baja y un poco gorda, pero no era obesa, usaba unas gafas que tenían un tono rosado, con lentes transvision que se oscurecían con el sol, su rostro estaba lleno de arrugas debido a su edad, aunque, debo decir que mis abuelos estaban pasando por esa edad y no se veían tan arrugados como ella. -Como se habrán dado cuenta los antiguos, también hay nuevas caras en nuestro personal- me había dado cuenta que la rectora del año pasado ya no estaba, mi madre me había dicho que habían cambiado de rector, resultó cierto. Empezó a presentar a cada uno de los profesores (nuevos y antiguos) -este es el pastor Mauricio Salazar- dijo. Un hombre de estatura mediana levantó la mano en modo de saludo sonriendo. Su rostro era circular, sus ojos eran oscuros, igual que su cabello que se veía que estaba empezando a caerse, no pasaba de más de los 40 años, su piel era pálida, con cierto tono amarillento, vestía formal, tenía zapatos lustrados negros de charol brillantes, su ropa era impecable, se veía que quería darnos un ejemplo a seguir. -y es el nuevo rector de nuestra institución- continuó la coordinadora. -a su lado se encuentra la coordinadora académica Sandra Pinto- ella sonreía. Tenía el cabello corto, pero un poco mas largo que la coordinadora de convivencia, su cabellos era negro, igual que sus ojos, era de piel blanca, también vestía formal, siempre vestía formal, excepto los viernes, los viernes en el colegio todos los profesores (o su gran mayoría) usaban sudadera. La coordinadora se presentó, después de presentarse siguió presentando a las demás personas que estaban en frente de nosotros, habían caras nuevas, pero no había que preocuparse porque eran profesores de los mas chiquitos del colegio, y no es por creerme grande, pero creo que soy mas grande que los niños de 3 años.
Al final de la formación nos dijeron que nuestra directora de curso (que había sido nuestra directora de curso por dos años seguidos) no seria nuestra directora de curso, todos se indignaron, había una razon clara, entonces decidimos hablar con el rector, escogimos dos personas para hablaran con él. Al final de la semana nos dijeron que el lunes nos iban a dar un veredicto.
Continuando, Josh no había ido al colegio en toda la semana, estaba preocupada, pero realmente estaba mas preocupada por mis notas este año.
Los rumores sobre Luz eran ciertos, había perdido el año, por tanto, se quedaba en décimo, con otro tres compañeros, no quería verla, no quería que pasara a once, no quería respirar su mismo aire, me daba asco, aunque fue mi mejor amiga, no quería volver a hablarle, la odiaba.
Ahora éramos tres: Diana, Karen y yo. Paula se había ido del colegio y Angie, bueno, duele decirlo, pero ya no pertenece a nuestro grupo de amigas.
Este año, había cuadro chicos nuevos, ninguno era lindo, ninguno era inteligente.

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