6. Ese no se qué que generó un que se yo

12 0 0
                                    

Llegué a casa, luego de interminables horas contemplando la ruta y el campo. En el viaje nos estuvimos mensajeando y acordamos que nos veríamos esta noche para hablar. Estoy ansioso de ver lo que me tiene para decirme. Por otro lado, no dejo de imaginar en los besos y abrazos que voy a darle luego de un mes sin verlo. Todo mi interior está colisionando en ansiedad, nervios, y alegría. No hay campo para nada negativo, ya no. 

El reloj marcó las 20h y en media hora se supone que tocaría a mi puerta para cenar. Estuve todo el día cocinando un estofado con salsa boloñesa y una fritas. Quizás tomaríamos una o dos botellas de vino y celebraríamos el amor con champagne en la cama. El timbre sonó antes de lo debido. Voy hasta la puerta y espío por la ranura de la puerta. Era él. Le abro, nos besamos y todo fue mágico. Lo invito a pasar.

• No puedo creer que estás acá. Casi como un sueño - musito con felicidad y con ojos vidriosos.

• Tenía muchas ganas de verte. Sufrí un montón la distancia y tu ausencia de un mes.. - respondo compungido.

• Lo sé, pero. Ya está...

El tono en como dijo eso último me dejó pensando. Cenamos bien, hablando lo que hicimos para las fiestas y recordando anécdotas. Pero sabía que no me lo decía todo. Ahora empiezo una lucha interna entre si dejarlo todo como está y disfrutar el momento, o encarar el asunto y terminar una buena vez con tantos rodeos y preocupaciones. Pero como buen ariano, no pude con mi genio.

• Decime una cosa, te noto raro. ¿Qué está pasando? - lo intercepto en un golpe inesperado y cortante. 

• ¡Para ¿qué te pasa?! - entornó sus ojos serios hacia mí.

• Que te noto raro, simplemente fue una pregunta. Te estoy dando la oportunidad de que me digas si pasa algo. - Digo apaciblemente.

• Estamos disfrutando una cena magnifica, que por cierto, te ha salido genial!. ¿Y tenés que arruinar las cosas desconfiando? - responde en un tono ofendido.

• Es que no te noto como siempre, simplemente eso. Pero está bien, si esta todo OK como vos decís...

Se produjo un silencio prolongado. Nunca me miró a los ojos, hasta ahora.

• Tengo algo que contarte. Tenés razón, tengo que decirte algo, pero no encuentro las palabras...

• Y decilas, hombre. No me mientas... - respondo mirándolo atento a lo que va a decirme. 

• Pues, estuve conociendo gente este tiempo que no has estado. No me prive de nada. pero, tampoco me he portado mal. Te estuve esperando para hablar. Pero estoy sintiendo la necesidad de respirar un poco...

• ¿Respirar? Vos me has escrito mientras no estaba. Vivía con el teléfono pegado a la mano y ahí estabas... siempre vos - lo interrumpo en seco.

• Es que no puedo desprenderme de vos. ¿Esta bien? Sé que no puedo darte nada, pero por una razón, pienso siempre en vos.

• Por que no asumís que te pasan cosas conmigo. Simplemente eso - mi voz se elevó tras la desesperación. 

• Si, totalmente. Pero a veces el amor no alcanza...- respondió y se callo.

¿Y qué significaba eso? Estaba por desmoronarse las paredes de mi corazón. Fue la cosa más débil que me ha dicho, pero fue la mas fuerte. Un golpe corto, preciso y doloroso. Si me amaba ¿por qué no podría estar conmigo? ¿Qué estaba pasando? ¿Y quienes eran todas esas personas "nuevas" que había conocido? Estaba confundido, disperso. Subí corriendo a la terraza y a fumar un cigarrillo. Él salió detrás de mí.

• ¿Qué te está pasando?, perdoname.. - me tomó fuerte de los hombros y me corto al medio con su mirada.

• Estuve llorando, sufriendo como un perro. Tachando los días como lo estaría un preso para verte y disfrutar y me salís con esto. Yo no entiendo más nada... - digo lloriqueando. Conteniendo el orgullo.

Se queda callado, mirando el piso. Y continuo explayando palabras tras palabras atragantadas en el paso de mi esófago, para liberarme y respirar yo:

- Siempre buscando lo que tus ojos no pueden ver, pensando que tenes necesidades. Siempre oyendo lo que tus oídos no pueden escuchar. Te va a pasar siempre lo mismo. Nunca te pedí que rotulemos la relación, sólo me importa estar con vos.

• Puede ser, sí. Pero tengo que ser sincero con vos. No puedo seguir haciéndote esto...¿Te acuerdas lo que dijimos antes de que te vayas? Bueno, prefiero que me recuerdes así, como ese alguien  que no sé qué y generó un que se yo...- me dá un beso en la mejilla y se va.

Lo que no contemplaba era que sería el último beso, y que me dejaría con el corazón lastimado. Enorme llagas sangraban interiormente y veía ante mis ojos cómo mi primer amor se esfumaba en busca de la libertad. Una nueva astilla se estaba formando en el ventrículo de mi corazón y era el sorbo amargo de su amor. Que no fue suficiente lo que le dí, porque está incompleto. Sacrifiqué mi vida para estar con él y ahora me deja. Ya no puede consumir más nada de mí, porque estoy incompleto. Él estableció el límite donde no habrán promesas eternas que nos sostengan. Y yo, de rodillas, sangrando y rogando, recordando las astillas que me ha ocasionado

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 18, 2015 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Me astillaste el corazónWhere stories live. Discover now