En las calles se cuenta una leyenda: Rowdy Willburn no sabe querer porque ya no tiene corazón, es una maldición.
* * *
Giselle está rota, tiene cicatrices, pesadillas y un pasado que no puede recordar. Sus padres adoptivos le dieron un hogar, pero...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Estoy con Regina sentada en el sofá, las dos en completo silencio lanzando miradas de reojo a los chicos y a Kealsey, quienes conversan cerca de la cocina, no hablan en voz alta, solo son murmullos que me ponen de los nervios. Parece que están en una reunión privada, debatiendo y tomando decisiones en las que no me incluyen. Controlo las ganas de levantarme y decirles que es mi amigo del que están hablando, así que deben tomar en cuenta mi opinión, pero me quedo quieta porque sé que Row jamás permitirá que lo abandonen.
—Tranquila —susurra Regina a mi lado, le da un apretón a mi mano, el cual pretende calmar mi preocupación—. Keals jamás abandonaría a alguien que necesita ayuda.
Asiento.
Lo sé, pero no los culparía si decidieran darle la espalda, tienen que proteger a su gente, desgraciadamente Mac se relacionó con malas personas.
Row dijo que era una mala idea llevar a Mac al hospital porque harían muchas preguntas imposibles de contestar, además, tiene que mantener un perfil bajo para no llamar la atención de los que intentaron hacerle daño. Así que le hablaron a la enfermera en la que confían, Esperanza está con él en la vieja habitación de Row.
Cuando sale nos dice que todo estará bien, le deja medicina, analgésicos y gasas para cambiar la que tiene.
Me pongo de pie, lista para entrar a la alcoba y hacerle compañía, tengo que corroborar que no corre peligro, pero Row se interpone en el camino, me toma de los hombros con suavidad.
—No sé si es seguro que estés con él —dice.
Su frente está arrugada por la notoria preocupación. Mi corazón se ablanda al ver su mirada nerviosa. Doy un paso para acercarme y coloco las manos en su pecho, él me envuelve con sus brazos como si fuera algo natural que hemos hecho un montón de veces. Se siente bien tener esto con él, no sé por qué tenía tanto miedo.
—Él me cuidó cuando era niña, Row, estuvo ahí para protegerme cuando tenía miedo, muchas veces recibió los castigos para que nadie me hiciera daño, nos escondíamos juntos y me contaba historias para distraerme cada vez que castigaban a otros, solo para que no pensara en los gritos. Confío en él, no es peligroso, nunca me lastimaría. No tuvo la suerte de encontrar buenas personas como yo. No pienso dejarlo solo ahora que me necesita.
Cierra los párpados y apoya la frente en la mía, luego de depositar un rápido beso en mis labios. Se aleja lo necesario para mirar a Omar, quien nos observa con atención. Los dos asienten al mismo tiempo.
Row se hace a un lado para dejarme pasar, pero viene detrás de mí, también escucho otros pasos, así que supongo que entraron los demás.
Veo a Mac recostado en la cama, sus párpados aletean por el ruido, está alerta y puedo ver el miedo. Le quitaron el arma tan pronto entró, puedo entender a Kealsey y a Omar, tienen que cuidarse porque no saben quién es, no conocen al que yo conocí, no saben que es una buena persona en el mundo equivocado. Me preocupa que Angel piense que tenía contacto con sus enemigos, sin embargo, me da una sonrisa secreta que me reconforta, acto seguido, recupera su semblante serio.
