Szukaj

581 46 8
                                    

Búsqueda

Alune era una mujer fuerte, aunque en apariencia no lo pareciese, pues sus manos son finas y delicadas, su figura delgada y carente de músculos, estaba por demás decir que no es tan alta como su hermano, su rostro era lindo y tierno, era una mujer que podría ser cazada fácilmente... pero ella tenía un fuerte espíritu, que la hacía luchar cada que las cosas se encuentran mal... tal como es ahora.

Después de la separación, Alune tuvo que correr en dirección contraria, agradeció a la Luna cuando por fin pudo perder de vista a aquel hombre, la había perseguido por más de una hora.

Mirando a su alrededor todo era irreconocible, había salido un par de veces pero jamás había ido tan lejos. En ese momento se dio cuenta de que ya extrañaba su hogar, su familia y la comodidad de tener un techo en donde quedarse. ¿Por que las cosas tuvieron que terminar de esta manera? Oh... su querido Phel, le preocupaba demasiado.

Siguió caminando por un par de horas, hasta que sus pies no pudieron más, se sentó en una banca que había encontrado por ahí, pudo descansar unos minutos, su mente estaba en blanco, no sabía que más hacer, estaba frustrada. Estaba más que  claro que buscaría a su hermano, el problema era: ¿por donde comenzar?.

Aún ante el sentimiento de frustración, tristeza y desesperación, no derramó una sola lágrima, sabía que su hermano estaba bien, solo debía encontrarlo. Se mantendría fuerte hasta entonces.

Cerró sus ojos y, en menos tiempo de lo esperado, se quedó dormida ahí mismo.

◼️◼️◼️

Una joven de cabellos rosados se había levantado aquella madrugada para salir a correr como era de costumbre, el parque al que siempre iba, era solitario a esa hora y por eso escogía aquel lugar. Pero aquel día fue diferente, pues se encontró con una joven no más de 18 años, descansando en una de las bancas que había ahí. Parecía estar cansada, su ropa estaba arrugada e incluso tenía rasguños y moretones en los brazos y rostro.

La removió un poco, intentado despertarla, pero parecía que estaba profundamente dormida, y la verdad no podía culparla, después de haber visto su estado, debía estar más que agotada. Después de unos segundos más moviéndola y zangoloteándola, la chica abrió los ojos y se sobresaltó un poco.

—¿Quien eres?.— preguntó la albina, aunque después soltó un pequeño quejido pues su cuerpo dolía a montones.

—Soy Xayah, ¿tu quien eres?— preguntó de vuelta y se sentó a su lado. —¿Necesitas ayuda?— Xayah no siempre era tan amable, pero por alguna razón... sintió la necesidad de ayudar a aquella chica, la cual parecía tener un rastro de melancolía en su rostro.

—Uh... soy Alune...— susurró soltando un suspiro lleno de cansancio. —Y la verdad... si necesito ayuda pero... no sé si tú seas la persona que pueda ayudarme... verás, tuve un pequeño percance con mi familia, no puedo darte detalles o correrías peligro... sólo puedo decirte que necesito encontrar a mi hermano...— explicó lo más importante que se le ocurrió y después miró a la chica, inspiraba confianza y hasta un poco de rebeldía.

—Primero que nada, creo que deberías desinfectar tus heridas, darte un baño y al menos comer algo, en eso si te puedo ayudar, ¿no lo crees?— dijo con media sonrisa, suavizando su voz un poco. Sacó su celular y buscó el número de su hermano.

—Tienes razón.— dijo sonriendo levemente. Observó como llevaba el aparato a su oído, escuchó también el pitido que emitía mientras esperaba respuesta.

—Rakan, ven por mi al parque, hay alguien que necesita nuestra ayuda.— la pelirrosa escuchaba la voz adormilada de su hermano, pero sabía que no se negaría, Rakan siempre la consentía, aunque ella fuera la mayor. —No te demores, profe comprar chocolate como postre para la cena.— dijo e inmediatamente escuchó al chico levantarse rápidamente y comenzar a arreglarse y colgó.

—Gracias...— susurró la menor y conservó su pequeña sonrisa en los labios. Por fin se sentía un poco bien.

«Nuestra libertad está cada vez más cerca, hermano.»

◼️◼️◼️

Algunos días más pasaron, Xayah había acogido  a la chica de maquillaje extraño en su hogar, con su hermano Rakan, quien siempre lograba hacer reír a carcajadas a la chica. Ambos hermanos disfrutaban de la nueva compañía, aunque la misma no se animaba a contar lo que le había pasado, se limitaba a ayudar en los quehaceres de la casa y en pegar carteles con el rostro de su hermano diciendo: "Se busca". Alune se limitaba a decirles que, si les contara, correrían un gran riesgo, no quería involucrar a más personas.

Esa tarde, Alune se encargaría de hacer la cena, y en eso estaba cuando escuchó que la puerta era abierta, era la mujer regresando de la oficina, Xayah era abogada, en su mayoría, defendía a personas indígenas y de etnias casi desconocidas, pues normalmente vivían marginadas de los servicios que el gobierno debe brindar... Alune la idolatraba. Rakan seguía estudiando en una escuela de arte, aunque tenía un trabajo de medio tiempo, enseñando en clases de baile en una academia pequeña.

—Bienvenida a casa, dame 15 minutos y tendré la cena lista.— dijo con suavidad viendo como la mujer se sentaba y dejaba caer su cabeza en la mesa, se sentía agotada, después de un juicio casi perdido, logró dar una remontada épica y ganó el caso. —¿Quieres una pastilla para el dolor de cabeza? O quizás prefieras un té...— susurró volteando su mirada a la chica y está solo alzó una poco su cabeza, le hizo señas para que se acercara. Alune obedeció y limpió sus manos mojadas en su delantal rosa con pequeñas plumas amarillas. —¿Que sucede?

—Dame tu mano.— dijo la chica, su tono de voz era extrañamente tranquilo. Una vez sus manos se juntaron, Xayah noto que estaban calientes, algo sorprendente pues acababa de lavárselas. Sonrió un poco y las coloco sobre sus hombros. —Me siento tensa, ¿puedes masajearme un poco?— preguntó volviendo a bajar su cabeza, apoyando su mejilla en la mesa. Alune soltó una pequeña risa y se colocó detrás de ella para comenzar a masajear los hombros. —Logre hacer que le devolvieran sus pertenencias a esos chicos... después de perder a sus padres, solo la habían pasado mal...— la pelirrosa sonrió ampliamente. —Su cara de felicidad fue la mejor recompensa que obtuve, de verdad... los hubieses visto...— susurró y soltó un suspiro. —¿Rakan no ha regresado?

—No, dijo que pasaría a cenar con alguien, no me dijo nombres... ¿el siempre sale por las noches?— preguntó con curiosidad, pues no habían sido pocas las veces en las que Rakan regresaba a altas horas de la noche, y en la mañana había podido ver marcas rojas en su cuello. Era raro.

—Ah... si, él hace eso desde que conoció a un tipo, aunque no me cae del todo bien, mi tonto hermano está detrás de ese otro tonto...— dijo y se levantó, Alune alejó sus manos y volvió a la cocina para seguir preparando la cenas —Jhin es un tipo con gustos extravagantes... hasta podría decir que esta loco, pero creo que mi hermano lo está más por enamorarse de ese hombre...

—Ya veo...— susurró y se percató de que a Rakan le gustaban los hombres, en realidad tenía sus sospechas pues, desde que llegó, Rakan hablaba de un tal Jhin y de lo bien que se veía con cualquier cosa que se pusiera.

No le extraño en lo más mínimo, la Lunari era de mente muy abierta y, si su hermano estuviese en esa situación, estaría segura de que lo apoyaría, incluso se pondría tan feliz que lloraría, pues ahora mismo eso sonaba imposible para ella. Phel era tan antisocial que realmente le preocupaba.
La nostalgia y melancolía golpeó su pecho con fuerza, tuvo ganas de llorar, pero no lo hizo.

〰️〰️〰️〰️

Y bien, hasta aquí.

Lamento la demora, pero durante el día me encuentro ocupada, y las noches-madrugadas me ocupo de jugar lol o GI :,3

Han pasado muchas cosas que en verdad me sorprende que me encuentre bien, dentro de lo que cabe slwjdbakbs

No olviden que los amo, y que espero les haya gustado.

Me despido y

~Hasta la proximaaaaa ~

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 31, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Infernum. ~Sett x Aphelios~ Where stories live. Discover now