плохие шаги

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Malos pasos.

—Entonces, ¿porque me llamaste?— pregunto el de ojos verdes, mirándole intrigado.

—Ah, es algo complicado pero necesito de tu ayuda para encontrar a alguien.— Sett había citado a Thresh a una cafetería cerca de casa, Phel estaba descansando así que no habría tanto problema por dejarlo solo por poco tiempo. —Su nombre es Alune y es hermana de... un amigo. Por lo que me contó él, su familia estaba bajo las órdenes de una secta o algo así, no lo sé...

—¿Tienes el nombre de la secta?— bebió una poco de su té. El peliblanco estaba acostumbrado a ser llamado para este tipo de trabajos. Tenía ojos en todas partes, conocía a gran parte de la ciudad.

—Ah... ni si quiera él lo sabe, pero estoy seguro de que adoraban a la luna...— esperaba que con la poca información que tenía se pudiera hacer algo.

—Veré que puedo hacer, no prometo nada...— en su mente ya iba repasando nombres de personas a quienes podía llamar para saber más acerca de esas sectas. —¿Algo más que quieras agregar?

—Cierto, mencionó algo de una flor... flor de Noctum, su madre la utilizaba para hacer diferentes venenos y menjurjes, eso es todo lo que sé. Cualquier cosa que sepas, dímelo, sabes dónde buscarme.— Thresh se quedó pensando durante unos segundos para después asentir. —Bien, estamos en contacto. — se levantó y salió del café.

Se dirigió esta vez a su negocio, solo pasaría a echar un vistazo, tenía que asegurarse de que todo marchara bien.

Una vez ahí, parecía estar todo en orden, incluso observó que había nuevos clientes disfrutando del ambiente. Ezreal charlaba con un chico de cabello largo y color cafe, bastante apuesto, si Sylas lo veía así se podría celoso, estaba seguro.

Le extraño no ver a Jhin, en realidad lo entendía, debió sufrir mucho la noche anterior, necesitaba descanso, o eso suponía.
Talon estaba ahí, haciendo de las suyas, intentando coquetear con Kayn, pero este último estaba aferrado a que él sólo amaba a Jhin. El pelirrojo sabía que tarde o temprano terminaría cayendo en la tentación.

Zed esta vez se encontraba cubriendo el puesto de Jhin, ahí fue cuando vio a un nuevo cliente, este hombre le estaba coqueteando descaradamente a Zed, quien intentaba no hacerle mucho caso.

—Hey Zed, estarás a cargo hasta la noche, necesito ocuparme de algunos asuntos, podrías decirle a Varus que te ayude, les pagaré las horas extras mañana.— susurró estando cerca del peliblanco.

Zed le miró con el ceño fruncido pero terminó por asentir con fastidio.

—Primero tengo a Shen molestándome, y ahora esto... espero que la paga sea buena.— recogió algunos vasos y los puso sobre su charola para después caminar directo a la barra.

Sett solo soltó una risa y miró al otro hombre, parecían más cercanos de lo normal.

—¿Es algo tuyo?— preguntó con curiosidad.

—Fuimos algo hace mucho tiempo pero... las circunstancias eran difíciles...— dijo con algo de melancolía.

—Entiendo... bueno, no me meteré demasiado en eso.— dijo antes de marcharse de ahí e irse directo a su casa.

Infernum. ~Sett x Aphelios~ Where stories live. Discover now