~~Te Necesito Chica~~ (Levi y Mikasa)

🌺13

—¡¿Y si no les agrado?!—exclamo frustrada.

—Tch, deja de gritar mocosa—bufo su esposo.

—No me digas mocosa, Levi Ackerman—frunció el seño—Son tus amigos, no quiero dar una mala impresión.

—¿Podrías dejar de ser tan dramática?—se cruzó de brazos—Les caerás bien, son iguales que extraños que tú o tal vez hasta peor.

—¡Levi!—exclamo ya molesta—¡Sal!, ¡Sal y deja de molestarme!.

Levi soltó una carcajada y salió de su habitación, dejando a su esposa sola junto con sus problemas existenciales.  Bajo las escaleras y comenzó a preparar todo para el almuerzo que tendrían con sus compañeros. Se aseguró que todo estubiera en orden, tanto la sala como el jardín la mesa, todo tenía que estar en orden para darles una buena impresión a sus amigos. 

Volvió a la sala gracias al llanto de su pequeña bebé, está se encontraba jugando en su pequeña cuna que el había comprado semanas atrás, aúnque mikasa había intentado detenerlo no lo había logrado. Ya que al siguiente día de ver aquel mueble, fue directamente hacia la tienda a comprarlo y comprar otras cosas más que para Mikasa no eran muy buena compra en ese momento, y aunque le reclamo el siguió insistiendo que era para un bien mayor.

La tomo en sus brazos y comenzó a mecerla y así calmar el llanto de su bebé. Camino con ella hacía el jardín y tomo asiento en la grama, comenzado a jugar con ella. La pequeña soltaba pequeñas risillas, y hacía ruidos extraños con su pequeña boca. Cosa que le causó mucha ternura al azabache.

—¿Que haría sin ustedes?—susurro para el mismo—Son mi motor, son la causa de mis días, sin ustedes estaría perdido. Sin tu mamá no soy nada, Lu.

Volvió a sonreír al escuchar los sonidos que su bebé hacia. Comenzó a jugar con ella, dando pequeñas cosquillas en su estómago causando que la bebe soltará sonorables risillas que estaba seguro que se escuchaban por toda la casa.

—¿Que le hiciste a, Lu?—se levanto de inmediato al escuchar la voz de su esposa. La observo desde la entrada del jardín.

Sonrió como estúpido al ver la hermosura de su esposa, ese hermoso vestido floreado le detallaban muy bien su pequeño cuerpo, esas zapatillas blancas la hacían ver aún más niña y lo complementaba muy bien con su maquillaje natural y la trenza que había hecho con su cabello, y no podía descartar la pequeña flor que adornaba su peinado. Simplemente algo hermoso, estaba locamente enamorado de ella.

—¿Cómo crees que le haré algo a mi hija?—enarqueo una ceja, Mikasa sonrió intentando soltar una carcajada.

—La haces llorar, Levi—la tomo en sus brazos.

—Mocosa—susurro.

Mikasa soltó una carcajada, se acercó a su esposo y unio sus labios un tierno beso, el azabache la atrajo hacia él profundizando más el beso. Se separó al escuchar como la pequeña comenzaba a llorar y el timbre sonaba como loco. Mikasa soltó una risilla y acomodo a la bebé en sus labios y comenzó a caminar hacia la salida y detrás el azabache con una sonrisa.

Al abrir la puerta se encontraron con el adorable matrimonio, los nervios de Mikasa se aumentaron. Vio como el rubio abrazaba a su esposo estrechaba sus manos, al igual que la rubia lo abrazaba y le sonreía. Por un momento se sintió demasiado incómoda, esto era demasiado incómodo para su gusto.

—¡Tu eres Mikasa, ¿No?!—exclamo la rubia. Rápidamente se acercó a abrazarla, por inercia el azabache tomo rápidamente a la bebé—¡Un gusto soy, Nanaba!.

—Hola—sonrio tímida—Un gusto conocerte.

—Y está bebe hermosa, ¿es suya?—esta vaz hablo el mayor. Levi asintió.