Capítulo 2

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Escrito por: sweetlolixo

Traducido por: peoniesforLan

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Y Wei Ying no cumple su palabra.

Él está ayudando a los trols en reparar un puente extendido sobre el lago, cuando ve al niño merodeando por los lindes del Bosque Yiling otra vez, tratando de mirar a través del muro de espinas con curiosidad. Lan Zhan empuja y jala las ramas, tratando de ver si se mueven y abren para él, justo como hicieron el día anterior por él y Wei Ying. En sus manos, carga una cesta llenísima de comida y medicina que no había equipado ayer.

Wei Ying suspira cuando ve eso. Él prosigue a darle la espalda, sabiendo que el niño eventualmente se rendiría y se iría a su casa cuando se de cuenta que no le están haciendo caso.

Pero luego, escucha un leve siseo desde lejos, e inmediatamente se apresura a saber qué sucedió. El niño se pinchó el dedo con una espina ya que estaba tratando de meterse entre ellas, desesperado de entrar al otro lado del bosque.

Este niño definitivamente será su muerte.

Y con el ondeo de su mano, el muro de espinas se abre.

Lan Zhan se queda observándolo todo con deleite.

—Eres tú, —él dice cuando Wei Ying camina hacia él. —Sabía que vendrías por mi.

—Esas espinas son letales para los humanos, —Wei Ying lo mira molesto. Acto seguido, levanta su bastón, y con la ayuda de un poco de magia, extrae el veneno de la mano de Lan Zhan – el cual ya estaba tornándose violeta. El veneno extraído se eleva por los aires y se desvanece, como si de polvo se tratara. —Hubieras muerto en minutos.

—Tú no lo permitirías, —Lan Zhan dice con optimismo.

—No me conoces, —Wei Ying refuta.

—Tengo mi magia, —Lan Zhan le responde. Y lo que no dice es: Y sé cuando estás mintiendo, otra vez.

Wei Ying se da la vuelta, negándose rotundamente a seguir discutiendo con un simple niño. —¿Por qué volviste?

Wei Ying camina de vuelta al Bosque Yiling con su bastón en mano, mientras que Lan Zhan lo sigue. El muro de espinas poco a poco vuelve a formarse a medida que estos entran por completo al bosque. Parado a su lado de esta manera, Wei Ying se percata de que Lan Zhan es más bajito que él, pero no por mucho. A estas alturas, el niño será más alto que él mientras siga creciendo.

Y una vez más, las criaturas mágicas del bosque se quedan mirándolos de reojo, completamente incapaces de creer lo que están viendo.

—Visité otra vez el mercado, —Lan Zhan dice, tratando de disimular los saltitos que da a medida que camina. Sin duda alguna, el hecho de que Wei Ying lo haya dejado entrar al Bosque Yiling fue lo mejor de su día. —No estuve preparado ayer. Pero espero que puedas comer mejor hoy.

—No creerás que necesito del cuidado de un muchachito campesino, ¿verdad? —Wei Ying se mofa.

—No lo necesitas, —Lan Zhan dice. —Pero me gustaría hacerlo.

Wei Ying cruza sus brazos. —¿Acaso no tienes mejores cosas que hacer, como volver a tu casa con tus tres tíos?

—Ellos estarán bien sin mi, —Lan Zhan le dice. —Siempre se pasan peleando por algo. Hoy, están peleando por el abanico perdido de mi tío HuaiSang.

—El tío HuaiSang, —Wei Ying repite. Por supuesto que no se ha olvidado del hada azul que solía vivir dentro de las fronteras del Bosque Yiling. Wei Ying debió suponer que fue ahí donde terminó escapándose. Después de todo, Nie HuaiSang nunca había estado de acuerdo con la magia oscura de Wei Ying. Él había tratado de hablar con Wei Ying acerca de eso, pero al final terminó rindiéndose y en su lugar, se fue a cuidar el bebé que Wei Ying había hechizado con mucha malicia... —¿Él es uno de tus tres tíos?

у тú мe αмαráѕ (cσмσ lσ нιcιѕтe υηα νez eη υη ѕυeñσ) ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora