Capítulo 4

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Escrito por: sweetlolixo

Traducido por: peoniesforLan

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En el décimo séptimo cumpleaños de Lan Zhan, con solo un año antes de que la maldición surja efecto, Wei Ying sí intenta lo imposible. Lan Zhan se queda dormido en su cama luego de la fiesta de cumpleaños que le hicieron en Yiling. Antes de llegar al bosque, se sentía cansado por el hecho de que tuvo que quedarse despierto la noche anterior limpiando el desastre que sus tres tíos dejaron en la cocina – explotaron un pastel mientras estaban preparándolo. Por lo tanto, Wei Ying simplemente le dice que él estará bien limpiando su propia cocina por su cuenta mientras que Lan Zhan debería descansar como se debe.

Una hora después, cuando Wei Ying se asegura de que Lan Zhan no se despertará ni por el más mínimo ruido, se para junto a la cama con un propósito en mente, y extiende sus dos manos.

—Yo revoco, —Wei WuXian susurra. Su rostro refleja toda la tristeza del mundo mientras admira el rostro durmiente del niño. —Yo revoco el hechizo.

La energía resentida que recorre cada fibra de su alma se canaliza por la punta de sus dedos en la forma de humo verde que luego envuelve el cuerpo de Lan Zhan.

De repente, el niño se ve tan pequeño, y es ahí cuando Wei Ying tiene el efímero recuerdo de Lan Zhan cuando apenas era un bebé.

—Yo revoco, —Wei Ying levanta su voz un poco más, como si quisiera que su plegaria llegara a los mismos cielos. —¡Yo revoco el hechizo!

Wei Ying canaliza la energía resentida como si fuera un maniático: con más ganas, y con más desesperación. No obstante, a pesar del poder ilimitado que Wei Ying está canalizando, hay un bloqueo impenetrable y oscuro entre él y Lan Zhan. Un bloqueo que impide que el amor de Wei Ying llegue a Lan Zhan.

Estoy hecho de magia, yo produzco magia, no hay nadie en estas tierras que sea tan poderoso como yo, Wei Ying piensa, derrotado. Pero, aun así, ¿sigo siendo víctima de la misma magia impenetrable que hago? ¿Alguien podría creerme si dijera eso?

—Por favor, te lo ruego, —Wei Ying grita con locura, delirio, frenesí. Toda su magia resentida y verde se extiende por toda la habitación, de tal manera que podría explotar toda su cabaña. —Llamo a todas las fuerzas de la naturaleza, y les pido, por favor, que rompan esta maldición, sin importar qué, no puedo permitir que esto le pase a él. Yo soy el conjurador, yo lo hice con mi propia sangre, y ¡yo revoco este hechizo!

Con toda la fuerza que le queda, canaliza cada energía resentida posible. La magia gira alrededor de Lan Zhan. Y pese a esto, la magia no puede luchar contra la pared impenetrable entre él y el joven príncipe.

No habrá poder en la tierra que lo altere, su propia voz resuena entre las paredes de la habitación oscura. ¡No hay poder en la tierra que lo altere!

Wei Ying retrocede de la cama y termina colapsando en el suelo, sollozando débilmente y resignado al mortificante destino que le impuso a Lan Zhan hace tiempo, cuando este aún era un bebé en su cuna.

Wei Ying recuerda aquel día. Recuerda descender hasta llegar a los grandes pasillos del palacio mientras sostenía el bastón mágico, que en ese entonces estaba destinado para infligir más daño que cualquier otra cosa. Recuerda que, en su momento de odio, cegado por la rabia y la angustia, maldijo a la única cosa que quedaba de aquel hombre. Aquel hombre que lo dejó en Yiling para que muriera.

—Este niño conocerá la más horrible traición de la persona que ame, justo como me pasó a mi, —Wei Ying había gritado en angustia. Cojeaba por la sangrienta herida que tenía en su espalda, que era tan espantosa que cada persona en el palacio se cubría los ojos para evitar verlo. —¡Y se sumirá en un sueño de muerte eterna!

у тú мe αмαráѕ (cσмσ lσ нιcιѕтe υηα νez eη υη ѕυeñσ) ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿWhere stories live. Discover now