Sonrisas de fotografía

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Tres años.

Tres años separan las fotografías en mi teléfono y cada una es tan diferente... Empezando porque no estás en ninguna. Fue extraño y al mismo tiempo fue caminar sobre algo sólido, saber más o menos lo que pasará hace que las cosas sean sencillas.

Sé dónde no mirar, sé a dónde ir. Sé que no puedo hacer nada.

Estuve atrapada en mi mente anoche, no iba a ir. Sí es la graduación y todo ¿pero las fotografías de prepa? Son de mis recuerdos más amargos. Cómo lloré ese día, fue de las veces que más lloré por ti frente a todo mundo. Incluyéndote.

Recuerdo las sonrisas de fotografía que tuve que poner. Cómo crucé mi mano izquierda sobre la derecha y me obligué a sonreír era un logro más. Pero yo me sentía devastada ¿después de ese día? Te irías para siempre. Eso dijiste. Esa fue la razón por la cuál no me escribiste en mi cuaderno porque sería como despedirte de mí y no querías eso.

No sé si dijiste la verdad esa vez. Lo cierto es que de todos modos, te despediste. Estuve ahí sentada en esa mesa hasta que todos se fueron, no quería volver a mi casa con ese vacío que dejaste.

"Me mereces. Y yo te merezco a ti. Nos merecemos... Tal vez cometí un error"

Es de lo que más se me quedó grabado. Te dije que, si decías la verdad, no te fueras. Que pelearas por nosotros. Tomaste mi mano, me prometiste hacer algo para cambiar ese error, que si nos encontrábamos en la universidad, las cosas serían distintas.

Te levantaste, tomaste tu saco y te vi hasta que desapareciste de mi vista. 

Y lloré.

Lloré tanto que no hubo papel suficiente para absorber mis lágrimas. Ni palabras de nuestros amigos que me pudieran consolar. Desecha. Una muñeca rota nada más.

Han pasado tres años desde entonces.

Y veo aquel día lejano, como si hubiera sido más tiempo. Aunque tengo en mi mente la forma en que acariciaste mis nudillos, cómo tomaste mi mejilla y me obligaste a encontrar tus ojos tan oscuros e indescifrables... No te reconozco. No eres ese ojitos brillantes.

Supongo que todos cambiamos ¿no? Que lo único constante es el cambio y aunque sabía eso, creí en ti. En tus promesas y palabras. Hoy a tres años de distancia entre el punto A y el B sé que nada cambió entre ambos. Que no hubo intentos más que de un lado, el mío.

Que corrí y corrí sólo para encontrar vacíos y personas que me sonrieron con tristeza para decirme que ya te habías ido. Esa mueca de lástima. Esa burla de las demás. 

Así que hoy tomé mi camisa blanca, até el moño en mi cuello, agarré mis tacones y manejé directo a la escuela. No me quiero dejar intimidar por nadie otra vez. Saber más o menos qué pasará (como hace tres años) lo hizo todo más fácil. Aún me tiemblan las piernas cuando estoy asustada y con los tacones fue complicado mantener el balance pero lo logré.

El viento golpeó mis mejillas aunque el sol me calentaba la espalda. Fotografías diferentes, en un campus diferente, con un aire diferente. Una sensación que no me deja de parecer extraña a veces sigo teniendo esa fe en ti, ese voto de confianza de que harás algo diferente. Que tal vez ahora sí tomarás algo de iniciativa y que cumplirás lo que prometes a las 3:00 am

Pero luego el día termina y todo sigue igual. Yo siempre me quedo más del tiempo que debería ¿Qué te puedo decir? no me gusta ser la primera en irse de ningún lado: reuniones, eventos, fotografías de generaciones, prefiero ser de las últimas en irse. Aunque no la última.

Perderte entre la multitud me trajo recuerdos, de cómo te perseguí por toda la prepa. ¿Recuerdas la paleta que dejaste en la mesa? No me la he comido todavía. No pude. Me dio un ataque de ansiedad cuando corrí por toda la prepa y no te pude encontrar. 

Verte andar e irte me fue familiar. Hay tres años de diferencia y se sintió muy diferente. 

Hubo fotografías, risas, mucho calor y amigos cerca. Que no tuvieron que abrazarme, decirme que lo sentían porque te conocen y me conocen a mí. Saben posiblemente que nada cambiará y que seguiremos en ese círculo por más que intente cavar, no hay forma en que algo sea distinto. Y cada noche la pregunta que me quitaba el sueño era esa: ¿Qué se necesita para que deje de ser un tú por un nosotros?, ¿Qué tenía que hacer? 

Nunca encontré la respuesta. Posiblemente ni siquiera estaba en mis manos esa dichosa respuesta. 

Lo que sí lamenté fue tener que ir de grupo en grupo. Cada uno separados por incomodidad, estar en medio (y no haber hecho nada más que enterarte después es jodido) buscar a un grupito para que fulanito no se sienta raro, luego ir a otro porque otros están distanciados. Eso me dolió. No es de mi incumbencia y tampoco estuve involucrada pero fue triste ver los grupos grandes dividirse en pequeños.

No sé en qué momento te perdí de vista hoy. Pero cuando alcé la vista y di una mirada rápida supe que ya no estabas ahí. No fue una sorpresa.

A veces me pregunto si hay una vida en la que nos elegiste y qué resultó de ella. Últimamente veo series o leo libros en donde las decisiones pequeñas lo cambian todo y otras en las que no importa que hagas, nada cambiaría. Me gusta creer que tenemos elección.

Tal vez sí, tal vez no. Pero me gusta creer que podemos decidir cambiar, escoger otra ruta, otra forma de vestir, atreverse a lo que no haríamos con normalidad. Cosas así.

Pero mientras escribo esto, me doy cuenta de que al menos en esta vida hice todo lo que pude aunque casi me perdí en el proceso.

Me alegra salir de las sombras, sentir el viento que alborota mi cabello, teñirlo de morado como antes y luego frustrarme por lo rápido que se cae el color. Detalles.

Me alegra tener la sensación de paz, de saber que nos elegí tantas veces como pude. 

Y me da paz ver la Luna y encontrarte ahí. Aunque te hayas ido hace tanto, siento que estás ahí arriba, que te obligo a bailar o que volvemos a la pista de hielo. Siento esa magia y me alegra haberla sentido y ser quien despertara esos pequeños y efímeros momentos de magia en ti. 

Porque eso fuimos, somos y seremos... Magia. Aunque a veces sea magia del caos siempre pudimos llevarla a un tipo diferente de magia una en la que nada nos es imposible hacer y que, con todo y fallas, logramos reparar cualquier cosa rota y construir algo nuevo sin eliminar las cicatrices y sólo hacer con los vestigios algo muy hermoso.

Conectando Estrellas *Notas de autora*Where stories live. Discover now