16 A & M

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AVISO:

Este capítulo es exclusivamente de Melodie y Adrián por si gustan saltarlo

...

Adrián tomó la mano de Melodie y la metió en el bolsillo de su chaqueta

Empezaba el invierno y el frío estaba comenzando a hacerse presente

Llegaron a un pequeño establecimiento en el centro de la ciudad

Bastante bonito y cursi decían, sonrieron al ver la cantidad de parejas que habían en el lugar

Ellos venían en una cita como "amigos" y ver el ambiente era un poco vergonzoso

Pero para ser sinceros parecían disfrutarlo y sus rostros alegres con cada atracción del lugar era la prueba

-¿Preciosa, quieres que nos tomemos una foto? -Señaló una pequeña cabina de fotos

-Sii!

Melodie no se decidía por ninguna fotografía, pero después de muchas al fin eligieron un par

-Esta es tuya -Le dió una. -Y esta es mía -Colocó la foto en su cartera, para poder verla cada vez que la abriera

Melodie guardó la suya en la funda del telefono, cuando tuviera tiempo la convertiría en un llavero

Ambos se dirigieron a un pequeño puesto de postres donde también vendían peluches enormes y suavecitos

-Pronto iniciaré mis clases -Habló. -Primero será teoría y después empezaré las prácticas

-¿Cuando? ¿Puedo ir a tu escuela a conocerla?

-Mientras sea teórico será en línea -Sonrió. -Iré hasta cuando sea práctico. Podemos ir hasta entonces

-Ya veo, estaré más que contenta -sonrió

-¿Vas a volar conmigo?

-¡Tú, pequeño! ¿Cómo no olvidas eso? -ambos rieron

-Melodie, nunca voy a olvidarlo -La tomó de la mano. -Espero que tampoco tú. -La dirigió hacia donde estaban los peluches. -¿Cuál quieres?

-Hmm -Pensó. -Todos están bonitos

-¿Te los compro todos? -Pregunto con una sonrisa, pero lo decía en serio

-Con uno basta -Miró con detalle. -Ese está hermoso, es un osito con pelo blanco, igual que tú

Adrián soltó una risita timida y le indicó al vendedor que le pasara el objeto elegido

Un oso de peluche de casí medio metro con pelaje blanco

-Es suyo, señorita -Mencionó Adrián en un tono suave

Melodie se ruborizó y lo aceptó encantada

Después de haber pasado todo el día juntos, Adrián la llevó a una caminata por un pequeño parque decorado con luces

Los dos disfrutaban del aire fresco y de sentir las ultimas ojas caer en sus hombros

Era de noche y ya no habían personas, el lugar estaba desolado

Solo eran los dos

-¿Recuerdas que cuando eramos niños y veníamos aquí, jugábamos con ese faro -señaló un poste del cual sólo quedaba la mitad

-No puedo creer que lo hayamos quebrado -Melodie se cubrió el rostro mientras reía

-No entiendo como nadie se dió cuenta de que fuimos nosotros

El día en el que mi niña dejó de quererme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora