Capítulo 23:

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Ya habían pasado días, Tom y stella estaban muy separados entre sí, Tom estaba en otra ciudad de Alemania y Stella en Berlín, esperándolo con paciencia hasta que terminara todos sus conciertos.
Pero aún así Tom no dejaba de llamarla por teléfono, se hablaban demasiado. Porque antes le había prometido que no dejaría de llamarla y lo está cumpliendo.

Unos minutos antes de que empezara el último concierto en hamburgo, los chicos estaban recuperando energía para poder trabajar con éxito.

El lugar estaba repleto de chicos y chicas, con carteles de cualquier tipo, con marcadores de colores, luces led que decoraban  cualquier esquina, el lugar estaba brilloso y muy ruidoso, las bocinas grandes que se podían escuchar a kilómetros, la gente gritando y aplaudiendo, con los rostros iluminados, con cámaras para poder grabarlo todo, esperando con ansias de que venga la mejor banda de rock a dar el concierto con mucha energía.

Todos gritaban sin parar "¡TOKIO HOTEL! ¡TOKIO HOTEL! ¡TOKIO HOTEL!".

Las voces de las fanáticas se podían escuchar desde el camerino, que ahí es donde se encontraba el grupo.

Se encontraban todos juntos, esperando con ansias a que pudieran salir, aunque faltaban menos de cinco minutos.

Tom estaba tomando energía para poder darlo todo en este concierto, sabe que su trabajo con la guitarra es muy duro y difícil, y lo tiene que hacer bien sin equivocarse.
Le conviene demasiado pensar en Stella, durante el concierto, siente que lo hará mejor.

De repente le llegó una llamada, su teléfono estaba en el bolsillo y todos lo miraron, hasta el manager, que lo miró con furia al ver que Tom tenia el teléfono en el bolsillo, y eso no se permitía literalmente.

—¿De quién es el teléfono que suena?— le preguntó.

—eh mio... Se me olvidó dejarlo— sacó el teléfono de su bolsillo y vio que la estaba llamando Stella, justo cuando estaba pensando en ella —¿Puedo contestar esta llamada rápido?— preguntó.

—¡Claro que no! ¿No ves que nos falta nada para salir?

Tom no tuvo de otra que colgarla, y dejar el teléfono en el camerino.

Mientras que los chicos se miraban entre sí, Bill Gustav y Georg, en ese momento Gustav y Georg no sabían de nada, solo era Bill.

—¿Quién le habrá llamado?— preguntó Georg en voz baja, sin que le escuche Tom.
—pues nose— respondió Gustav.
—tom se ve muy pensativo— dijo Georg, porque lo estaba mirando.

Bill se mantenía en silencio sin soltar ninguna palabra, sabia el motivo por el que Tom estaba así.

—¡Bueno chicos vamos a salir en 30 segundos!— dijo el manager....














Y comenzó el concierto, que lo abrieron con la canción de Automatic, de su nuevo álbum.

La gente brincaba y cantaba al ritmo de la música, las paredes retumbando por la batería de Gustav, que se dejaba sonar a tope, tocándola como una Bestia. La voz de Bill frente al micrófono dando sus mejores melodías. Georg y Tom manoseando sus guitarras, tocando las cuerdas con toda velocidad, sus dedos se movían al ritmo del sonido.

Stella y aurora aparecieron entre una multitud de personas, habían ido a ver el grupo sin haber avisado, porque iba a ser una sorpresa para ellos.
Stella fue con ansias, por ver a su novio tocar la guitarra entre demasiadas personas, nunca lo miró haciendo eso.
De inmediatamente sus ojos se centraron en Tom, lo demasiado guapo que estaba, estando sudoroso y con ceño fruncido y la boca abierta, el estaba muy concentrado con los movimientos que hacia con la guitarra.

Two different feelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora