Evil Monster† Johan Liebert

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—¡¡¡Por favor! Tio, no me deje aquí!!!—gritaba desesperadamente. Lágrimas surcaron en mis ojos, no podía parar de llorar. Tenía miedo, mucho miedo.

Este lugar es aterrador, lleno de oscuridad.

—¡¡¡Por favor tío, no me deje!!!— me arrastre hacia a el de rodillas, rogándole piedad, humillandome, no importaba nada si rogaba, solo quería salir de aquí.

Este lugar me da miedo, estaba lleno de gente mala. Vi a niños siendo maltratados.

—¡¡¡Callate !!¡Todo es por tu culpa!!! ¡!!Y la de tu padre por enamorarse de una prostituta!!!!¡El mancho toda nuestra reputación al acostarse con aquella puta!!!! — me gritó empujandome fuertemente cayendo de espalda.

—¡¡Si hubieras nacido hombre!!! ¡¡Estarías aquí cumpliendo tu deber, siendo entrenado!!!— dijo apuntándome.

¿Que deber? ¿Me odia tanto por nacer siendo una niña? También odia a mi madre.
Solo soy una niña. ¿Como puede ser tan cruel?

Temblaba del miedo y frío. Mis ojos se empezaron a hinchar de tanto sollozar. Me duele tanto el cuerpo por aquel golpe que me dio.

—¡¡Por favor!..no me deje, no quiero estar aquí....— hablé arrastrándome de nuevo a él, agarrando la tela de su pantalón.

Hasta que me agarró del cabello fuertemente.

—Me duele...— dije quejandome, trataba de sacar su mano de mi cabello.

Se acercó a mi mirándome de una manera siniestra. Se estaba burlando de mi.

—Te quedaras aquí por un tiempo, ahora descubrirás que es lo que hacen aquí estos niños— dijo riéndose maliciosamente.

—No..no,no...— estaba aterrada, no queria saber lo que hacen aquí.

Sabía que entrando ha este lugar tenía un mal presentimiento. Trató de huir, pero su tío la obligo a entrar.

Le cortaron su largo cabello negro, dejandoselo muy corto.
La cambiaron de ropa, esta era de un color gris, con un número en su polera.

Lloraba y pataleaba, pero nadie sintió lástima.
Solo la miraron como un espécimen y no como una persona.

Era tratada como un animal.

—Quedate esto grabado en tu pequeña cabeza tuya— dijo abriendo sus ojos mirandome de una manera fría y repugnante— esto es por tu culpa por ser una inutil y la perra de tu madre—
Finalizó botandola en el suelo, caminó hacia la puerta.

  

—¡¡¡No, Por favor!!!!!¡¡ tenga piedad tio!!— dije gritando desgarradoramente, tratando de alcanzarlo.

Dos hombres vestidos de militares le abrieron la gran puerta que esta tenía.

No.

No quiero.

No me deje.

Tengo miedo.

Corrí hacia a el, sin embargo me sujetaron, empeze a patalear.

Vi como mi tío salía de aquella puerta, sin mirar atrás

—¡¡NO!—grité.

Desperté.

Ugh, era otra pesadilla.

Me acomodé en la cama sentandome, frotando mis manos a mi cara.

Estoy temblando.

Me duele demasiado la cabeza.

Me esta dando esa ansiedad.

Empecé a hiperventilar, me siento sofocada y me cuesta respirar.