29. Jaque mate

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Xiao Zhan siguió al alfa con la mirada por la habitación. Wang no solo se había quedado con el la mayor parte del tiempo durante su recuperación sino que además, había dormido con el y le había dejado sentir sus feromonas marcandolo una y otra vez. No podía estar más complacido. Xiao nunca había tenido y conservado por tanto tiempo la sensación de que pertenecía a algún lado, de que tenía alguien. La sensación de plenitud.

Xiao Zhan aún pasaba su tiempo mayormente en la cama después de que su cuerpo hubiera sido molido de tal manera, en ese hospital. Sin embargo, cada día que se sentía mejor, también sentía que no quería que Wang se ocupará otra vez en otros asuntos que no lo involucraban, así que se tomaría su tiempo y lo llevaría hasta el límite. Ni siquiera podía decir cuando empezó a volverse tan demandante de la atención de una persona.

Wang, como todas las noches anteriores de acostó a su lado dejando que el omega se apoyara en su pecho.

Pronto Xiao empezó hablar de las nuevas estadísticas en los experimentos y como estaba frustrado porque consideraba que todo sería más fácil si pudieran simplemente obtener la patente de la metamicina. Hasta que todo se quedó en silencio y el omega suspiro. Habiendo sido anudado, su collar no era muy útil... Y fácilmente empezaba a desear a este alfa que sostenía su cuerpo en las noches.

El aroma de Zhan se volvía dulce, Wang ya lo conocía. No era la primera vez que esto sucedia. Después Xiao empezaba con movimientos sutiles... algo de caricias alrededor y entonces.

— Mnng.

Ahora Wang podía percibir incluso cuando este omega se mojaba. Y dado que lo hacía de forma descarada el aroma golpeaba sus fosas nasales con fuerza.

— Ya te he dicho que no.

— Mn... Wang Yibo...

— Ni siquiera te has recuperado bien.

— Puedo soportarlo.

— No. No volvera a suceder. Te lo dije. No quiero lastimarte otra vez.

— Puedo usar mi boca.

— No. 

— Mis manos.

Zhan deslizó sus dedos buscando el resorte del pantalón.

— No.

— No me lastimaras.

Xiao se presionó contra y el Wang no tuvo más remedio que acariciarlo y poner sus labios en el cuello del omega para besarlo y saborear su piel, algo de lo que tanto se habia contenido. Sin embargo, en cuanto deslizó la camisa y vio las marcas aún en el cuerpo. Se contuvo.

— Es demasiado.

Los ojos de Wang brillaron. Xiao podía sentir y no podía juzgar a Wang, por sentirse culpable.

El alfa acarició las marcas y subió de nuevo su camisa de la pijama. — Durmamos.

— ¿Me quieres tanto? Te importa tanto no lastimarme.

— Xiao Zhan.

Zhan sintió una leve palmada en su trasero y aunque se sorprendió. En vez de quejarse gimió en los labios del alfa.

— Tan imponente, mi marido.

El tono de Xiao era dulce t seductor sobre su pecho dándose por vencido a tener otra clase de intimidad, pero no renunciaba a ver las orejas rojas del alfa. Levemente susurró mientras aspiraba el aroma de Yibo.

— Basta. — Gruñó. Xiao se dio cuenta que no podía tomarlo más y recostó su cabeza en el pecho.

— Me quieres tanto. — No fue pregunta. Fue una afirmacion del omega.

YIZHAN Proyecto Omega Where stories live. Discover now