El Ángel Guardián

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Lucy estaba asombrada, asustada, temblorosa sin poder articular ni una sola palabra, aquella sombra tomaba cada vez un aspecto más siniestro,su cabeza estaba cubierta por un cabello negro totalmente, mientras que su cuerpo mantenía la forma de un humano, de su espalda surgieron 2 grandes y hermosas alas que tenían un color negro oscuro al igual que el cabello pero estas desprendían un brillo inigualable, Lucy estaba asombrada de tal belleza y tal presencia delante de ella. 

Lucy:
¿Co... Cómo.. te llamas? 

Mi querida niña,  yo soy Belial, el devastador. 

Lucy:

¿Be.. Belial? ¿Eres un Ángel? 

Belial:

Es algo complicado. Vamos debes tener hambre, yo cuidaré de ti. 

Belial levantó a Lucy con sus brazos mientras la miraba con dulzura, Lucy iba casi hipnotizada, sólo miraba aquellas bellas alas e incluso el rostro era de una persona muy hermosa, un rostro sin pecas o manchas... Si no era un Ángel estaba cerca de serlo, pensaba Lucy hasta que de repente y sin decir más Belial se paró... 

Belial:
Creo que deberías bañarte primero.

Lucy:

Está bien -Dijo Lucy con un poco de miedo en su voz

Belial:
No tengas miedo, yo te esperaré afuera.

Belial, se paró fuera de la habitación de aquel Motel a donde había ido con Lucy, con semblante serio y sus alas recogidas parecía un humano más. Una fuerte brisa abrió las ventanas de la habitación, Belial no se inmutó solo esbozó una sonrisa macabra, una figura casi humana había entrado en la habitación, con cabello rojo carmesí y una alas grandes y blancas con destellos de gran poder tomó presencia en aquella habitación.  

Belial:
Así que me has encontrado, parece que llamo mucho su atención después de todo ¿o no?, Amenadiel. 

Amenadiel: 
Así que ahora escondes tus alas y posas como si fueras un humano... Que decepción de ti, Belial.

Belial: 
Y veo que tu aún sigues siendo un títere, siento lástima por ti. 

Amenadiel:
Ya escuché eso antes, no me dejaré influenciar, no como los demás, Debes ir con el Padre. 

Belial:

Dile que baje y me vea si eso es lo que quiere.

Amenadiel: 
¿Acaso eres estúpido o que? ¿Tienes idea de quien y con quien estás hablando? Ten cuidado con lo que- 

Belial arremetió rápido contra Amenadiel, saca una daga y la pone en el cuello de Amenadiel mientras lo mira fijamente: 

Belial:
Ten mucho cuidado de como me hablas, no te olvides de quien soy... 

Amenadiel:
Antes eras su favorito y lo traicionaste por eso te encerró y ahora te da otra oportunidad.

Belial:
¿Crees que eso me importa? recuerda que aún así podría matarte ahora mismo ¿Quieres saber que pasa cuando los Ángeles mueren? 

La mirada de Amenadiel se desvió, miró hacia atrás de Belial y vio una linda niña de más o menos 14 años, quien salía en Toalla con su cabello lizo y un semblante muy serio. 

Lucy: 

¿Belial? 

Amenadiel: 
¿Quien es ella? 

Belial: 
Está bien, Lucy... Debes tener hambre. ¿Te parece si vamos a comer algo? 

Lucy: 
¿Eso es un Ángel? Dijo Lucy algo sorprendida.

Amenadiel:
¿Puede verme? Belial no lo habrás hecho. 

Belial retiró la daga de Amenadiel, mientras calmaba su ira, se puso de espalda y caminó hacia Lucy. 

Belial:
Ya debes irte, Amenadiel. 

Amenadiel, se acercó a Lucy, ante la atenta mirada de Belial, sacó un crucifijo lo puso en su mano y dijo: 

Amenadiel:
Clama a él y él te responderá. Belial, El padre aún te ama, si quieres volver te estaremos esperando, hasta pronto... Hermano mio. 






El Corazón de BelialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora