Objetivo misterioso II

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Belial: 
Lucy, es hora de irnos. 

Lucy:
A iremos vamos Belial?

Belial:
Iremos a visitar a un amigo y te llevaré lejos de aquí. 

Lucy: 
Es amigo intimo tuyo? -Preguntó inocentemente 

Belial:
Prepárate iremos un poco lejos. 

Belial, decidió ocultar su aura y sus poderes naturales y pisar tierra como un humano común y corriente, caminaron por toda la ciudad de Denver, contemplando el desolador panorama, al pasar por una de las calles más adineradas de la ciudad un acto extraño atrajo la atracción de Belial. 

En el nombre de Dios, te ordeno que salga de ese cuerpo antigua serpiente! 

Un padre repetía una y otra vez la misma frase, Belial indiferente a la situación se quedó parado mirando desde la calle hacia el interior de aquella iglesia, sin darse cuenta iba entrando poco a poco a aquel lugar, los gritos, sollozos y llanto de todos los que estaban presentes hacían que Belial se sintiera prepotente, daba pasos lentos hasta acercarse por la mitad de la sala hasta el pulpito. 

El padre siguió rezando junto con sus compañeros y poco a poco miraba la muy notoria entrada de Belial al templo. 

Hijo, no te acerques, éste demonio es muy peligroso. Dijo el padre desconociendo de con quien estaba hablando. 

Mataré a cualquiera que se me acerque... ¡los mataré a todos!

Belial: 
Creo que eres muy ruidoso, ¿lograrás al menos divertirme?

El demonio que poseía a aquella persona, giró y al ver de quien se notaba se llenó de temor, dio un salto terrible hacia atrás como si hubiese visto al mismo Lucifer... 

Demonio:
¿Belial? ¿que haces tu aquí? 

Belial:
Oh, así que no te conozco pero tu tienes la dicha de conocerme... 

Demonio:
Pensé que estabas encarcelado. 

Belial:
Estaba salí por un poco de diversión, pero el mundo ha cambiado bastante, los humanos son un error.

Demonio:
Eso mismo pienso yo jajaja.

Belial:

Aún no termino, son un asco pero sólo yo tengo derecho de jugar con ellos. 

En Belial se dibujo una sonrisa macabra, sus ojos se cristalizaron hasta ponerse de un color amarillo, rápidamente sujetó al demonio por el cuello y lo puso de pie, ante la atónita mirada de familiares del poseído y el padre de la parroquia quien intervino agarrando a Belial por un brazo. 

Belial, lo mira con enojo y con una mano lo sujeta del cuello y lo mira fijamente, el padre mira un futuro lleno de sangre y muerte, lleno de tragedia y llanto, cae de rodillas con lagrimas en sus ojos y sin poder articular una sola palabra, Belial vuelve hacia el demonio quien aun lucha por zafarse, saca una daga y la clava en su estomago, el demonio empieza a lamentarse y Belial le dice: 

Belial:
Ve y dile a Lucifer, que estoy aquí y que la tierra es mía ahora...

Demonio:
Vete al infierno.

Belial:

Créeme, no querrás verme allá. 

Belial, sonríe mientras que el demonio abandona el cuerpo de aquella persona a quien habia poseído y con algo de regocijo suspira, mira hacia arriba, abre sus brazo y grita, ES BUENO ESTAR DE VUELTA. 

Padre:

¿Quien demonios eres?

Belial:

Soy quien hará posible lo que te mostré, soy quien hará pedazos la obra del padre.

El Corazón de BelialΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα