Dulces sueños, mi futuro bebé...

Capítulo 5 - ¡Mamá! ¡Papá! (Parte 1)

Al entrar a la sala, nuevamente, encontraron que bullía de actividad, los niños jugaban con algunos muñecos que los elfos les habían dado, o con los mismos elfos. Los más grandes brincaban en sus cunas, y los más pequeños se limitaban a hacer intentos de caminar o gatear. Era una escena tierna y a la vez aterradora, todos se preguntaban si serían capaces de cuidar a esos pequeños. Ninguno se sentía listo.

Dumbledore se acercó a la primera cuna y tomó a una pequeña niña en brazos, era hermosa, con grandes ojos azul claro y un cabello castaño y liso, con algunos destellos rojizos. Los jóvenes se encontraban estáticos a la entrada del aula, no se atrevieron a avanzar más.

-Adelante jóvenes, les aseguro que no muerden. - Parecía que el Director estaba disfrutando mucho el ver la cara de susto de sus alumnos -Muy bien, esta pequeña señorita, tiene dos años, y su nombre es Charlotte, ¿verdad pequeña?- La niña asintió al tiempo que observaba a los chicos frente a ella. - De acuerdo a la prueba de sangre ella es su hija señor Weasley.-

-¿Quién? ¿yo? - dijeron al mismo tiempo Ron y Charly. Que se miraron confundidos.

-¿Quieres ir con tu papá, preciosa?- preguntó Dumbledore dulcemente al tiempo que dejaba a la niña en el piso. -Anda, ve con papá. - ¿quién diría que el anciano director tenía su lado tierno?

La niña mostró una enorme sonrisa y corrió a abrazar a su padre, el cual se quedó estático al sentir las pequeñas manitas aferradas a su pierna.

-No puede ser- se agachó hasta quedar a la altura de su hija.

-Papá- fue lo que dijo la niña al tiempo que le echaba los brazos al cuello. Charlie Weasley estaba estático, con el asombro pintado en sus ojos azules.

-...¿Soy tu papá?...- la curiosidad lo mataba, se supone que tenía una hija con alguna de esas chicas, las cuales se veían mucho más jóvenes que él, la palabra "asaltacunas" sonó en su mente. Quería saber quién era la madre de esa hermosa nena. -¿Me puedes decir quién es tu mamá?-

La pequeña Charlotte empezó a caminar y estiró sus manitas hacia Daphne Greengrass. La castaña se quedó estática viendo a la niña caminar hacia ella.

Con la mirada buscó instintivamente a Charlie quien la observaba con curiosidad. Verde y azul se encontraron y parecía que no podían apartar la vista uno del otro, era como si una extraña conexión se hubiera establecido entre ellos y nadie se atrevió a romperla. Daphne levantó a la pequeña Charlotte para abrazarla y ambas miraron al pelirojo. Charly se acercó a ellas y en un arrebato sentimental que nadie esperaba, ni el mismo Charlie, las abrazó con fuerza y besó a Daphne. El beso hizo que todos reaccionaran y el pelirojo tuvo que esquivar un rápido golpe que Blaise le iba a dar.

-¡Asaltacunas! - gritaron los siempre calmados y fríos Slytherin al tiempo que Theo, Blaise y Draco se lanzaban en persecución del pelirojo.

Las chicas les gritaban para que pararan y dejaran en paz a Charlie y Harry y Ron trataban de detener a las serpientes.

-¡Jóvenes, por favor. Los bebés!- les reprendió Madame Pomfrey, que miraba asustada a los pequeños que empezaban a llorar por el alboroto.

Daphne no había atinado a frenar a los chicos, pero dejó a Charlotte en brazos de su hermana y se puso en frente de Charlie alejando a los demás.

-¡Ya basta! Se están comportando como unos idiotas. Apenas me acabo de enterar que en el futuro posiblemente tendré una hija. No es que ya esté embarazada ni nada de eso. ¡Por Merlín, apenas y conozco a este hombre! Así que se calman, porque no hay razón para golpearlo. Todavía no ha hecho nada.- La castaña los miró con la furia chispeando en sus ojos verdes, se dio la media vuelta y se alejó de los chicos para llegar con Astoria y Charlotte, la cual veía todo el alboroto divertida.