Dulces sueños, mi futuro bebé...

Capítulo 11 - Entre Sanadores y Domadores

-La pijama nueva de Bony está encima de la cuna, su manta la dejé en la sala y su peluche está en mi habitación, por favor no te olvides de darle la leche después de la cena y por todos los cielos no vayas a dejarla muy caliente.- Astoria caminaba por todo el departamento dando instrucciones a un ligeramente abrumado Ronald Weasley al tiempo que tomaba sus cosas para irse.

-Sólo pasó una vez, no lo volveré a hacer.- aseguró el pelirrojo con un deje de vergüenza.

-Eso espero, Ronald. No quiero regresar y encontrarme con que no pudiste cuidar bien a tu hija por una noche.-

-Estaremos bien, anda ya te puedes ir. Se te va a hacer tarde.-

Astoria resopló y maldijo por milésima vez que tuviera un turno nocturno en el hospital para cubrir sus prácticas semanales.

-Cualquier cosa que pase por favor avísame.- le dijo con la preocupación marcada en sus ojos verdes.

Ron la observó detenidamente antes de asegurarle que estarían bien y que no se preocupara.

-Muy bien, entonces me voy. Adiós "Bony". - dijo besando la frente de la pequeña. -Hasta mañana Ronald.- se despidió del pelirrojo con un ligero asentimiento de cabeza. Ron hizo un ademán por tratar de darle un abrazo de despedida y la rubia lo miró sorprendida.

-Perdona.- se disculpó dejando caer el brazo. -Que tengas buen turno.-

Astoria le dedicó una mirada extraña que no supo interpretar y se metió a la chimenea para llegar al hospital.

-Muy bien calabaza, somos tú y yo.- le dijo el pelirrojo a la pequeña Bony que no dejaba de jugar en la sala. -Supongo que sobreviviremos hasta que mamá llegue mañana.- Ron se sentó en el piso con la pequeña y empezó a jugar con ella.

Astoria apareció en el pasillo de personal de San Mungo y se dirigió con prisa hacia los vestidores para practicantes. Iba ensimismada en sus pensamientos, pensando sobre todo en cierto pelirrojo que había dejado en casa, en Ron.

No sabía qué pensar de esta situación, no sabía qué sentir. Se abrumaba y trataba de encontrar una explicación de todo esto. Ron era un hombre cariñoso y lo demostraba en cada momento con la pequeña "Bony", pero ella no sabía hacerlo. No sabía cómo ser cálida y demostrar cariño. ¿Cómo demuestras algo que nunca has hecho en tu vida? Ella no era Daphne. Nunca tuvo el carácter fuerte de su hermana. Siempre fue reservada y muy pocas veces demostraba lo que sentía. Había sido novia de Draco por un tiempo pero también esa relación fue bastante seria, formal, más una imposición para ambos y nada parecido a los sentimientos arrebatadores y fuertes que había escuchado.

Con Ron era diferente. Tenían una semana conviviendo y viviendo juntos, "Bony" era sin duda todo un reto porque tenía más energía que ellos dos juntos. Pero en ese tiempo no pudo evitar notar la calidez que emanaba del pelirrojo. Con sus enormes sonrisas, su carácter afable y esa sensación de hogar que le llegaba cada vez que estaban juntos. Como una familia. Había notado que él hacía esfuerzos por acercarse a ella, como si fuera lo más normal del mundo. Trataba de tomarle la mano, abrazarla, incluso un día le dio un beso en la mejilla, ¿ y ella qué hacía? se quedaba paralizada sin saber qué hacer. En el fondo sabía que le daba miedo. Tenía miedo de bajar la guardia y dejar a alguien entrar en su vida, le aterraba la idea de que ella empezara a entregar su corazón y al final no hubiera nada. Que "Bony" nunca sería real y que ella y Ron nunca serían pareja. Ella sabía que entregaría su corazón sólo una vez y quería estar segura que sería correspondido.

Con todo esto en la cabeza no se dio cuenta que ya había llegado al pasillo central del hospital sin prestar atención realmente, eso hasta que el barullo alrededor de ella la sacó de sus pensamientos.